La doctora Carmen de la Fuente es la presidenta de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Samiuc) y la directora de la Unidad de Medicina Intensiva y de la UCI del hospital Reina Sofía. Confirma que la situación de la pandemia de covid covides mejor que las pasadas semanas y atisba la esperanza ante los planes de vacunación, pero lo dice con la prudencia de quien vive la experiencia diaria de trabajar en la UCI. Un dato lo evidencia: «Los pacientes ingresados necesitan entre 2 y 3 semanas para su salida de la UCI».

- El descenso en los datos de contagio y el anuncio de los planes de vacunación pueden darnos la sensación de que la situación está controlada. ¿Cómo se observa desde las UCI está situación?

- Es cierto que estamos en mejor situación que las pasadas semanas pero el descenso de ocupación de las UCI es mucho más lento. Aún permanecen bastantes enfermos graves en nuestras unidades que necesitarán entre 14 y 21 días de media para abandonar los cuidos intensivos. Somos optimistas pero con mucha prudencia. Aún siguen ingresando pacientes y tenemos que tener cautela y no bajar la guardia. La noticia de las vacunas es, sin duda esperanzadora, pero nos quedan por delante aún meses de trabajo, en los que tenemos que seguir extremando las medidas.

- En el caso de Córdoba, entre octubre y noviembre, se ha concentrado más del 60% de los fallecidos por covid. Es la segunda ola, conocíamos la enfermedad mejor ¿Cómo se explican estos datos? .

- La tasa de mortalidad se ha mantenido en cifras similares a la primera ola, así como el porcentaje de ingresos en UCI. No hay que olvidar que las tasas de infección en esta etapa han sido mucho mayores. En cuanto al conocimiento sobre la enfermedad, a pesar de todos los fármacos que se han probado hay muy poca evidencia sobre la efectividad de ellos. Todavía estamos en fase de encontrar los fármacos que contrarresten directamente esta enfermedad y continuamente se está avanzando en el conocimiento sobre los efectos que produce, en ocasiones devastadores. Como en todas las infecciones tiene mucho que ver la carga viral y la situación previa del paciente. Por ahora la mayoría de investigaciones se centran en la vacuna como prioritario pero no se dejan de lado otros fármacos en el contexto fundamental de ensayos clínicos. Todo esto lleva su tiempo para extraer conclusiones certeras.

- La situación en las UCI de Andalucía es dispar. ¿Qué se ha hecho mejor en esta segunda oleada con respecto a la primera?

- La ocupación de las Ucis ha ido en relación a los datos epidemiológicos de las diferentes provincias. Ya vimos en la primera oleada que entre un 12 y un 15% de pacientes ingresados requerían ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos. Hemos aprendido la importancia del ingreso precoz de los pacientes, el impacto del seguimiento por parte de los intensivistas de los pacientes hospitalizados en planta susceptibles de ingresar en UCI, el uso apropiado de sistemas de ventilación no invasiva como los sistemas de oxigenoterapia de alto flujo… antes de que aparezcan complicaciones mayores. Hemos aprendido a tener a punto los planes de contingencia, a tener preparado material y, también, a protegernos mejor como profesionales.

- ¿Con qué fármacos atacan al virus ahora y qué función cumplen?

- Por ahora van ganando las terapias de soporte respiratorio, los corticoides y la prevención de complicaciones tromboembólicas, frecuentes en la infección por SARS Cov2, mediante dosis mayores de las habituales de fármacos antitrombóticos. En relación a la terapia antiviral como el remdesivir no hay resultados concluyentes sobre su impacto en la mortalidad y evolución de la enfermedad.

- ¿Alguno de estos fármacos forma parte de ensayos clínicos?

- Hay muchos ensayos clínicos en marcha y se han publicado cientos de artículos sobre diferentes fármacos. Hay varios tratamientos que se están probando en el contexto de diferentes ensayos clínicos, como la vitamina D, la administración de células mesenquimales o la administración de plasma inmunizado, fármacos que disminuyen la respuesta a la tormenta de citoquinas, inmunomoduladores, como el sarilumab, con resultados aún pendientes de análisis definitivo y publicaciones.

- ¿Quiénes fueron atendidos con Redemsivir, han de estar preocupados?

No creo que deban estar preocupados. El fármaco no ha demostrado mejora en la supervivencia ni en otros supuestos como la disminución de necesidad de ventilación mecánica o la estancia media, pero no conozco ningún estudio que haya mostrado efectos adversos importantes. Algunos de estos fármacos antivirales se siguen estudiando. Habrá que evaluar cuáles son más adecuados y si deben ser administrados en otro momento de la infección, quizás más precozmente, o de forma ambulatoria.

- Hay 15.000 cordobeses curados, algunos con síntomas post-covid o con alguna patología. ¿Cuáles son las más comunes?

En los casos graves la debilidad generalizada, el cansancio extremo y los problemas respiratorios son frecuentes. Fenómenos trombóticos, miocardiopatías, fracaso renal e incluso alteraciones dermatológicas o problemas de ansiedad o depresión. Son pacientes que precisan un seguimiento y fisioterapia intensa, especialmente los que han ingresado en cuidados intensivos. Es por ello que iniciamos esta rehabilitación desde su ingreso en uci.

- ¿Qué número de camas hay en total en UCI en Córdoba y cuántas están ocupadas actualmente?

En la Unidad de Cuidados Intensivos, previo a la pandemia, podíamos disponer de hasta 42 camas. Estamos inmersos en una reforma que abarca 10 de dichas camas y del resto de la Unidad con idea de hacer una sectorización más completa según niveles y necesidades de aislamiento de los pacientes, dependiendo de la patología. Esta reforma precisará de equipamiento y personal para su completo funcionamiento. La ocupación de la UCI ha sido muy elevada. Actualmente, coincidiendo con la disminución de hospitalizaciones, también asistimos a un descenso, pero mucho más lento de lo esperado. Los pacientes que aún están ingresados necesitan entre 2 y 3 semanas para su salida de la Unidad. Son pacientes con complicaciones graves, con necesidades de cuidados muy elevadas.

- ¿En ese sentido, cómo se encuentra la UCI del Hospital Reina Sofía de Córdoba, que usted dirige?

En esta segunda pandemia hemos tenido más del doble (casi el triple) de pacientes con infección por SARS Cov 2 que en la primera oleada, por lo que hemos sufrido una mayor presión asistencial. Hay que tener en cuenta que al no estar confinados hemos asistido a un número importante de otras patologías, como accidentes de tráfico, laborales, pacientes cardiacos o neurológicos. No hemos suspendido nada de nuestra cartera de servicios, incluidos los trasplantes. Ha sido un esfuerzo importante por parte del Hospital, y todos los profesionales, con momentos de gran tensión.

- ¿En esta segunda ola han tenido que desplazar a enfermos a otras áreas de hospitalización?

En estos momentos, además de una mayor presión asistencial, la segunda ola ha coincidido con una importante y necesaria reforma de la Unidad de Cuidados Intensivos. En este sentido, tanto la dirección del hospital como el personal de servicios y mantenimiento, enfermería y auxiliares, han trabajado para habilitar con todos los requerimientos necesarios áreas de atención a pacientes de cuidados intensivos, tales como el área de reanimación postquirúrgica, un área de observación de urgencias o del hospital de día infantil. Esto es una cadena que ha requerido un trabajo en equipo inmenso, con una gran coordinación, liderada, creo que con éxito, por el equipo directivo del Hospital,

- ¿Hay ya conclusiones del estudio que estaban realizando desde la SAMIUC con la Consejería de Salud sobre las necesidades de cada provincia en número de plazas necesarias de UCI?

La SAMIUC presenta semanalmente un informe a la Consejería con los datos de los pacientes y la ocupación de las UCIS, que posteriormente se publica en su página y en las redes. Desde la Sociedad Científica estamos trabajando para ir solventando deficiencias estructurales y de personal, que se han puesto de manifiesto en estos momentos relacionadas con la pandemia. De hecho, muchas unidades están en plena reforma en la actualidad. Se están organizando grupos de trabajo en la SAMIUC para colaborar con la Consejería en modernización de tecnologías, elaboración de un cuadro de mandos único, recursos estructurales y de personal, con un horizonte que no debe ser muy lejano, ya que es necesario.

- ¿Cuál es el perfil de paciente más habitual que requiere ingreso en UCI en esta segunda oleada?

En la primera oleada Andalucía no sufrió el gran azote de otras Comunidades como Cataluña o Madrid. Al inicio de la segunda oleada asistimos a brotes aislados, de pacientes jóvenes, coincidiendo con el periodo estival. A medida que ha avanzado la oleada hemos vuelto a encontrar todo tipo de pacientes, jóvenes, mayores, pero en general se mantiene con más frecuencia en el perfil grave la edad de más de 60 años, con algún factor de riesgo como la obesidad, la hipertensión o algún tipo de inmunodeficiencia. Pero no debemos bajar la guardia porque no siempre es así, y hemos visto pacientes bastante jóvenes, deportistas, con complicaciones severas como miocarditis o el tromboembolismo pulmonar.

- En la primera ola asistimos a las peticiones de algunos colectivos de un tratamiento más humanizado al paciente. ¿Se ha avanzado en esta segunda ola en el acompañamiento y la humanización en la asistencia al enfermo?

Desde el principio la SAMIUC estuvo muy preocupada por la asistencia humanizada de estos pacientes y se establecieron protocolos de videollamadas para que los familiares pudieran ver a sus seres más queridos. Hemos intentado avanzar en la atención al duelo y la despedida, incluso en protocolos controlados de visitas, con muchas medidas de seguridad, a través de los cristales de sus cámaras. Es un tema al que siempre hemos sido sensibles, y, dentro de las posibilidades intentamos paliar el dolor que genera no poder tener visitas con normalidad, teniendo en cuenta que en la mayoría de las ocasiones los familiares también se encuentran en aislamiento por contacto. El teléfono nos acerca a ellos como profesionales y nos sirve para consolar en muchas ocasiones.

- ¿Qué siente un profesional de UCI covid al ver los casos de incumplimiento de las medidas de prevención y especialmente del uso de la mascarilla?

Pues sinceramente creo que quizás no han visto de cerca las imágenes tan dramáticas a las que hemos asistido nosotros. Hay hijos que han perdido a sus dos padres, incluso a más familiares. No han sentido el cansancio que están sufriendo los profesionales sanitarios. Duele mucho ver que aún hay gente que no cree que esto va en serio, que va de sufrimiento, de vivir o morir, y que, en algún momento podemos ser cualquiera de nosotros.