-¿Cree que ha afectado más que a otros sectores la crisis del covid-19 al comercio de cercanía y por qué?

-Ha afectado muchísimo más al comercio de cercanía. Al principio de la crisis del covid-19 la gente hizo sus compras en las grandes superficies. Allí mismo lo tenían todo: carne, fruta, pescado, productos de higiene, etc. Además de comprar en grandes cantidades entiendo que, en aquellos momentos, las personas que iban a hacer la compra querían rapidez por el miedo y desconcierto que había.

-¿Cuáles son los principales problemas que observa en el comercio de cercanía en la actualidad?

-Uno de los principales problemas del comercio de cercanía es el no poder competir con los precios de las grandes superficies ya que nosotros no podemos bajar más los precios. Estamos al límite. Entre las ventas que han bajado muchísimo y todos los pagos e impuestos que tenemos que pagar, estamos asfixiados. Así estamos viendo cómo muchos de nuestros negocios tienen que bajar la persiana para no volver a subirla más. Es una pena.

-¿Qué acciones cree que se deben adoptar desde las administraciones?

-Las administraciones deben y tienen que ayudar a los pequeños comercios y pymes con la bajada de impuestos o la bajada de la cuota de autónomo que es un abuso. Con la crisis que tenemos, losautónomos españoles pagamos más que ningún país de la Unión Europea. Así no se puede continuar. Nos están obligando a cerrar nuestros negocios, lo que nos da el pan para nuestras familias. Ante una situación extrema como la provocada por el covid-19 se deberían tomar medidas excepcionales como las que comento en estas líneas. Estoy segura de que muchos autónomos dedicados al comercio local las comparten.

-¿Qué importancia debe tener el comercio de cercanía para Córdoba?

-El comercio de cercanía es muy importante para la economía local, porque todo queda aquí, no sale fuera. Esto es una ruleta. Debemos fomentar el comercio vecinal o de cercanía y nos iría mejor a todos. Si un negocio va bien, el dueño de dicho negocio irá a comprar al comercio de al lado. Se sentará en el bar de enfrente a tomarse su caña o irá a comer con la familia. Y así unos con otros. Las calles se llenarán de alegría, los barrios estarían vivos. Compremos en los comercios de barrio, al calor de la cercanía de sus dependientes y dependientas como antiguamente. Estoy segura de que nos iría a todos mucho mejor. Ante una situación tan difícil para el comercio, necesitamos de la colaboración de todos para que la economía local subsista y se equilibre. El comercio de cercanía ha sido el pasado, pero también, ahora más que nunca, necesitamos que sea nuestro presente y futuro.