No es ninguna novedad que este Gobierno de Sánchez e Iglesias mienta a la sociedad constantemente. Es su forma de actuar y no iba a ser menos con los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Sirva de ejemplo la ministra Montero negando un incremento fiscal para las clases medias mientras aprueba nuevos tributos como la tasa tecnológica o la que se aplica a las transacciones financieras, algo que tendrá su traslado a la economía de todos los consumidores. Los PGE 2021 traen bajo el brazo una subida al impuesto del diésel, un nuevo impuesto a los plásticos de un solo uso o el incremento del IVA del 10% al 21% para las bebidas azucaradas. ¿Estas son las medidas fiscales anticíclicas que necesita España para salir de la crisis? Evidentemente no. Esta subida masiva de la carga fiscal traerá todavía más efectos negativos.

Teníamos esperanzas en la inversión pública, siempre generadora de empleo y de riqueza, un ariete para la reconstrucción económica que necesitamos. Las teníamos cuando Sánchez e Iglesias presentaban unos presupuestos con carácter expansivo que incorpora los fondos europeos para la recuperación. Sin embargo, todo se desvanece echando un vistazo a las inversiones que contemplan los PGE 2021para Córdoba.

Olvido, abandono y falta de compromiso con Córdoba en unos presupuestos que no contemplan proyectos vitales para el futuro de la provincia y que dejan un enorme papelón para algunos. Es paradójico ver a la izquierda cordobesa aplaudir ahora la ejecución del baipás ferroviario en Almodóvar, tan criticado en los PGE 2018 del Gobierno del PP, y es inquietante observar a quienes pedían desmantelar El Cabril apoyar unos presupuestos que invierten en ese cementerio nuclear.

Con las cuentas en la mano es obsceno que PSOE e IU callen ante presupuesto que no contempla ninguna actuación en la carretera N-502 en Los Pedroches, que da la espalda a la Variante Oeste, a la conversión en autovía de la N-432, que olvida el patrimonio histórico artístico de una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad, donde no hay inversiones para regadíos, ni para acuartelamientos de la Guardia Civil ni para las dos comisarías de Policía Nacional en Córdoba.

Solo contempla inversión ferroviaria para seguir el cronograma marcado por Europa en 2014 para la Red Transeuropea de Transportes, es decir, seguir con lo que ya puso en marcha el Gobierno del PP. De inversiones nuevas nada, de los proyectos pendientes menos. Mal presupuesto para los cordobeses del peor Gobierno que podíamos tener en los peores momentos de nuestra historia reciente.