El proyecto de adecuación, reforma y conservación de la A-4 tampoco es nuevo, ya que tiene tras de sí dos décadas de historia. Lo más peculiar de él, al menos para la capital, es que su ejecución supondrá eliminar las temidas curvas de la Cuesta del Espino. El proyecto afecta a 88 kilómetros de la autovía entre los términos de Jaén y Sevilla y cuando se planificó su coste se elevaba a 188 millones, cifra que ahora puede ser mayor.

Al igual que ha ocurrido con otras iniciativas de la red viaria, este proyecto se quedó parado al llegar la crisis de hace más de una década, en concreto en el 2009, y después de estar en exposición pública. Hace más de dos años, Fomento decidió retomarlo y actualizarlo y en esa fase está. El último paso que se conoce de él se dio en febrero del 2019, momento en el que se publicaba la evaluación ambiental simplificada del anteproyecto, cuya conclusión era que hacía falta una evaluación ambiental ordinaria.

La intervención más esperada en Córdoba, la de la Cuesta del Espino, afectará al tramo que está entre los puntos 408 y 412, donde se ejecutará un nuevo trazado que cruzará el Guadajoz y que conseguirá sustituir tres curvas por una solo. A partir de la gasolinera, entre los puntos 413 y 421, se construirá otro tramo nuevo para evitar cuatro curvas peligrosas. Importante será en la capital la ejecución de una glorieta frente al estadio de fútbol.

Rectificaciones de trazado hay previstas también en Montoro, Pedro Abad, Villafranca y La Carlota. El proyecto contempla la mejora de enlaces, de vías de servicios y de carriles de aceleración y desaceleración en todo el trazado, en el que se ejecutarán puentes y pasos superiores e inferiores. En la provincia, destaca la construcción de un nuevo trazado en Montoro, entre los kilómetros 354 y 363, zona que pasa detrás del polígono Camino de Morente.