Los sindicatos UGT y CCOO de Córdoba se han concentrado este miércoles para conmemorar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que convoca cada 7 de octubre la Confederación Sindical Internacional (CSI) y que este año tiene como objetivo exigir que los planes de reconstrucción, que están poniendo en marcha los Estados y organizaciones como la UE, tengan como elemento central el trabajo decente y se dé prioridad a las personas. De esta forma, las organizaciones sindicales han recordado a los colectivos que están sometidos a más precariedad, como es el caso de las trabajadoras de la dependencia, de los profesionales de la hostelería, la limpieza o -ahora más que nunca- los de los servicios públicos.

En este sentido, el secretario general de UGT Córdoba, Vicente Palomares, aseguró que “la pandemia nos ha revelado con crudeza que la sociedad creada durante los años de la crisis y que se mantuvo intacta en los años de la recuperación es una sociedad precaria, sin recursos sanitarios ni industriales propios, con un mercado de trabajo frágil”. Asimismo, “el covid-19 ha puesto en evidencia a las políticas neoliberales que hemos soportado durante décadas, que han incrementado las desigualdad de ingresos, género, el trato a trabajadoras y trabajadores migrantes, el acceso de las personas jóvenes al trabajo, la lacra de la economía sumergida o la insuficiencia de un sistema de cuidados público”.

Por su parte, la secretaria General de CCOO de Córdoba, Marina Borrego, hizo hincapié en que las trabajadoras de la Dependencia “no quieren aplausos, quieren condiciones laborales dignas y salarios dignos” y recordó que la hora de servicio se abona a 13 euros, el precio de 2008, un precio insuficiente para dar un servicio de digno, de calidad y seguro”. Así, Borrego recordó que más de 1.500 trabajadoras y trabajadores del sector sociosanitario se han infectado en Andalucía por el covid-19 porque "las condiciones laborales en las que están trabajando no cumplen los requisitos mínimos para un desempeño seguro de trabajo”.

Borrego remarcó que "están haciendo un trabajo muy importante y en esta pandemia, más que nunca, debería ponerse en valor”, y por ello reclamó un nuevo contrato social que garantice un salario digno para todas las personas trabajadoras y unas condiciones laborales dignas.

Finalmente, Palomares instó al Gobierno “a la derogación de la reforma laboral, que ha fomentado la figura de los trabajadores pobres y una precariedad que encontramos en la ayuda a domicilio, el personal de las residencias, la hostelería o, incluso, en los servicios públicos”.