Las obras que empezaron en diciembre del 2018 en el Archivo Histórico Municipal y que debían estar acabadas en año y medio guardaban sorpresas que han hecho que ese plazo se sobrepase y que el Ayuntamiento se vea obligado a aprobar una modificación del proyecto por valor de 180.000 euros a la que la junta de gobierno local le ha dado este lunes el visto bueno. Las obras, que ya estuvieron paradas durante cuatro meses por diferencias entre la adjudicataria y Urbanismo, ya han sido objeto de dos solicitudes de ampliación de plazo.

El informe en el que los arquitectos Javier Valverde y Carmen Chacón solicitan autorización del órgano de contratación para iniciar el expediente de modificación del contrato de obras indica que ha habido “hallazgos de gran interés arqueológico, patrimonial e histórico en los paramentos verticales del edificio y que estaban ocultos tras fábricas de ladrillo”, que han sido retiradas.

Entre esos hallazgos citan elementos mudéjares del primer tercio del siglo XIV “como la portada descubierta en el acceso de lo que será la sala de exposiciones, así como muros de sillería de gran formato, bien escuadrados y cortados, con aparejo de soga y tizón marcando un ritmo concreto y alternando en algunos puntos con verdugadas de ladrillo”.

De esa misma época, continúa el informe, son “los tapiales monolíticos con remate sobre aguja y cajones de juntas corridas, integrando todos ellos la parte más antigua y original del edificio patrimonial y que han permanecido ocultos durante siglos”.

Además de estos elementos mudéjares, durante los trabajos han aparecido elementos góticos de la segunda mitad del siglo XV, integrados por las “fábricas de tapiales encadenados en fábrica mixta, en el que los distintos cajones contradrapeados de tapia se señalan con una rafa de cal pura tanto en los límites verticales como horizontales”.

Los dos arquitectos señalan en el informe que todos estos hallazgos son posteriores a la adjudicación de la obra “y no eran previsibles” a pesar de los estudios realizados y que las actuaciones que se hagan en ellos deben ser con tratamientos específicos. A esto se suman otras labores necesarias en las zonas en las que se ha producido pérdida de masa por las sucesivas intervenciones a lo largo del tiempo y que, según exponen, influyen en la necesidad de ampliación del plazo.

Pero no todo queda ahí. La tormenta de granizo del 11 de agosto ha hecho que afloren “defectos ocultos” anteriores también a la adjudicación de la obra tanto en la cubierta como en los contactos de esta con los edificios colindantes. La lluvia provocó también el encharcamiento de la segunda planta, lo que pudo afectar a los alfarjes de madera inferiores, según detalla el informe. En un estudio realizado se han detectado patologías que obligan a realizar una restauración adicional de los elementos patrimoniales del forjado. La tormenta también hizo que salieran a la luz problemas bajo el rasante del edificio, de saneamiento y de base de apoyo del pavimento de las galerías, que afectan a las fábricas de sillería y tapial. Los arquitectos explican que en las inspecciones realizadas se han detectado nuevas roturas que hay que solucionar.

Los 180.000 euros del modificado no alcanzan el 10% del presupuesto de adjudicación, que fue de 1,8 millones, de ahí que haya recibido el visto bueno.

Los trabajos para rehabilitar la antigua casa de los Guzmanes, una joya del siglo XV ubicada en la calle Sánchez de Feria, pretenden preservar sus valores patrimoniales, dotarla de mayores medidas de seguridad y contribuir a potenciar las tres funciones de un archivo, la de custodiar un importante legado, prestar un servicio a los que necesiten cualquier documento y la de difundir la riqueza histórica presente tanto en el inmueble como en los tesoros que alberga.