En los últimos días ha crecido la preocupación entre vecinos de diferentes zonas de la ciudad ante la sucesión de robos en viviendas y negocios confirmados por los propios asaltados a este periódico. La Policía guarda silencio y actúa. El Sector Sur, Avenida de los Molinos, Campo de la Verdad o Tablero han sido algunas de las zonas afectadas recientemente. A la espera de conocer la dimensión del problema por parte de las autoridades, que tienden a quitar hierro y no generar alarma, los vecinos expresan cierta inseguridad en sus propios hogares y la necesidad de prestar atención --y avisar al resto-- por lo que acontece en algunos barrios de la ciudad.

«Es una sensación muy extraña, sientes que violan tu intimidad, te levantas por la mañana desubicada, cuesta volver a la normalidad», cuenta una de las vecinas damnificadas que no ha querido dar su nombre ni calle por temor a represalias. En su caso, cuenta, ni si quiera estaban de vacaciones. Salieron el lunes por la mañana a las 11.45 horas a dar un paseo en las inmediaciones de Ollerías y regresaron a las 12.30 encontrándose la casa desmantelada. Dos días antes, en el bloque contiguo, había sucedido lo mismo. Vecinos haciendo su vida rutinaria, ni de vacaciones, ni en el trabajo. Es un bloque familiar donde todos se conocen. Alrededor de las 11.15, uno de los vecinos notó algo extraño en la salida de tres individuos jóvenes y corpulentos. La policía no confirma.

Profesionales del robo

Esta vecina recoge la idea de la investigación policial que se hizo en su domicilio tras el asalto: son profesionales del robo, usan detectores de metales para sustraer directamente las joyas, usan guantes para no dejar huella y no les importa que puedas estar en casa, son rápidos y, ahora, con la obligación de llevar las mascarillas, pasan más desapercibidos.

La época estival, sumada a la crisis provocada por el covid-19, configura un escenario propenso a los robos. Por eso, la Policía viene insistiendo todo el verano en extremar las precauciones hasta, por lo menos, el comienzo del curso. Para ello, será importante invertir en un equipo de seguridad, creen algunos vecinos. Otros insisten en no publicar en redes sociales los movimientos. Toda precaución es poca.