El gobierno local ha aclarado que respetará "escrupulosamente" la fisonomía y los materiales de la plaza de Capuchinos y la Cuesta del Bailío, que van a someterse a una actuación de restauración y a un lavado de cara integral en las próximas semanas, como informó CÓRDOBA hace unos días. El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, y la nueva responsable de la Delegación de Casco Histórico, Marián Aguilar, han ofrecido una rueda de prensa para asegurar, después de algunas dudas surgidas en redes sociales, que la actuación respetará la idiosincracia del enclave y no alterará en ningún sentido sus elementos constructivos.

Se trata de dos actuaciones de 2 y 3 meses que se harán de manera sincronizada en Capuchinos y el Bailío y que cuenta con un presupuesto de 100.000 euros. "No se va a introducir ningún elemento nuevo", ha asegurado la concejala del PP Marián Aguilar, que ha detallado que lo único que se hará será soterrar el cableado --para lo que se levantarán las losetas de granito rosa y se volverán a colocar con los cables ya por debajo--, se restaurará el pavimento que se encuentra deteriorado en algunos tramos y se pintará la fachada con pintura a la cal. Además la actuación contemplará una actuación para rectificar la pendiente de la plaza de Capuchinos y evitar que se forme un gran charco cuando llueve.

En este aspecto, los populares ha salido al frente de las críticas vertidas esta semana por el grupo municipal de Izquierda Unida que criticó que el Ayuntamiento sufrague una obra como el pintado de fachadas que debe acometer, a su juicio, el propietario del inmueble, en este caso la Iglesia. Los ediles del PP han calificado de "desafortunadas" las declaraciones y han recordado que en tiempo de Francisco Tejada en la Gerencia Municipal de Urbanismo se llevó a cabo "con acierto" el arreglo de este enclave "porque esa es la responsabilidad de un concejal".