Otro efecto del coronavirus en el turismo es que el número de hoteles, de plazas y de empleados se reduce a la mitad, según muestran los datos del INE dados a conocer este lunes. Aunque de 87 establecimientos abiertos en la provincia en junio se pasó a 125 en julio, el mismo mes de un año antes hubo 206, casi el doble, lo que da idea del varapalo que ha supuesto el coronavirus para este tipo de alojamiento. De tener 1.643 habitaciones abiertas en junio se ha pasado a 2.748 un mes después, cantidad bastante inferior a la de un año antes, cuando hubo 5.784, es decir, 3.036 más.

El número de plazas estimadas se ha visto reducido a la mitad, pasando de las 11.398 de julio del 2019 a 5.504 (en junio hubo 3.235). Otro indicador de la crisis que sufre el sector es que emplea a la mitad del personal. Si en julio del 2019 había 1.372 personas trabajando en los hoteles de Córdoba, un ejercicio después hay solo 645, aunque en junio, con solo 250, fue peor. Esto se traduce en una merma de 727 empleos.

El grado de ocupación por plazas también da idea del batacazo sufrido. Si hace un año era de 42,91, ahora es de 29,65, bajando los fines de semana de 51,10 a 37,62.

En la capital la sangría es mayor con solo 36 hoteles abiertos cuando hace un año la cifra era de casi el triple, 86. De 3.553 habitaciones disponibles hace un año se ha pasado a solo 1.240, tres veces menos también. En cuanto a plazas, el desplome del 64% se ve claramente en la diferencia entre las 6.985 de hace un año y las 2.464 de ahora. Todo esto hace que solo haya 385 empleados frente a los 930 de julio del 2019.

Respecto al grado de ocupación, en julio pasado fue de 43,88 mientras que un año antes era del 52,70. Los fines de semana el grado de ocupación ha sido algo mayor, del 54,15, pero un ejercicio antes era de 61,94.