Ni la pandemia provocada por el coronavirus, ni la crisis a la que ha arrastrado a prácticamente todos los sectores productivos, suponen un freno a la iniciativa empresarial. Otra cosa es la actividad que resulta. Bajo la máxima de aportar y recibir, en BNI --en sus siglas en inglés Business Network International--, esta plataforma multinacional que, a través de la variedad de tejido empresarial que representa, configura una red interpersonal donde la sinergia y el networking generan oportunidades de negocio, o «referencias» como ellos lo denominan, se ha sostenido en medio de la marea generada por el covid-19. Al menos, eso es lo que nos cuentan. Su filosofía, que detalla su director ejecutivo en Córdoba, Enrique Saint-Gerons, es «cultivar relaciones, no entran personas que vienen a cazar referencias sin aportar. En BNI aportas y recibes». Y así sobreviven a la crisis.

Pese a vivir tiempos difíciles, es la innovación en la aplicación de herramientas digitales la clave del éxito para los diez grupos que funcionan en Córdoba y Pozoblanco. Expone Saint-Gerons que cuando se decretó el estado de alarma se activaron las sesiones de trabajo telemáticas con el fin de garantizar la continuidad de las reuniones semanales y luchar por la apuesta de negocio. «Al ser una organización internacional, teníamos las herramientas suficientes para no perder ni una reunión. A partir del 10 de marzo se implementaron las online para que no se perdieran las posibilidades de comunicación unos con otros». «Los empresarios no quieren en este momento estar solos. Las renovaciones de miembros que tocaban durante los meses de marzo a agosto se han ido produciendo en un porcentaje superior al modelo anterior. Hemos crecido en torno a un 12-15% en la organización, tenemos unos 35-40 profesionales más que al principio del confinamiento», explica.

Francisco León, gerente de Pinsol desde hace 40 años, forma parte de esta red. Ingresó en BNI por esta vía hace un lustro. «Conocí BNI por un perito amigo mío, me habló del funcionamiento y decidí entrar», señala. Destaca como fortaleza la cercanía y humanidad de algunos compañeros, pues cuando habla de BNI, «hablo de mis compañeros. A mí me ha aportado muchísimo. En especial, la cantidad de personas que conozco, compañeros que de otra forma no hubiese conocido. Además de las referencias que me dan y doy, la calidad humana y amistad de esas personas es esencial». Este compañerismo al que alude es uno de los ejes cruciales que el director ejecutivo defiende como fundamento para el crecimiento empresarial. «Siempre he sido un convencido del asociacionismo empresarial». Para ellos, es esencial la adaptación al momento presente. El éxito radica en la adecuación del formato empresarial a la nueva demanda de aislamiento social. Por eso, se sienten seguros en su modelo, pese a la que está cayendo.