Córdoba ha registrado 68 incendios forestales desde el inicio de la campaña del año 2020, aunque el primero tuvo lugar el pasado mes de mayo, de acuerdo con los datos facilitados por el director del centro operativo del Infoca en la provincia, Eduardo Nicolás. La cifra, que arroja una media de en torno a 23 siniestros al mes, se encuentra en la línea de lo ocurrido en años anteriores, pero «en cuanto a superficies, ahora estamos un poco por debajo de la media», precisa este responsable, que aclara que no ofrece más detalles porque «estas cosas no se suelen valorar en medio de la campaña. Los incendios forestales son un fenómeno imprevisible».

De hecho, comenta que «estamos en el peor periodo del verano. Siempre se estima que entre el 15 de julio y el 15 de agosto es lo más difícil de la campaña en una temporada normal, aunque estamos observando que cada vez se alarga más esto, porque últimamente entramos ya en meses de septiembre y octubre que son también de muy alto riesgo».

Las elevadas temperaturas elevadas temperaturasque se están registrando en las últimas semanas no solo afectan a la población en su día a día, si no que Eduardo Nicolás observa que para el monte «es un año muy complicado, la meteorología está siendo muy intensa, tenemos un verano, sobre todo a partir de mediados de julio, con olas de calor, temperaturas medias muy altas y muy baja humedad. Todo eso ya ha hecho que la vegetación esté estresada y el monte esté bastante vulnerable a los incendios».

En esta línea, puntualiza que «el desarrollo dinámico de un incendio depende de tres factores, que son la meteorología, los combustibles (el material vegetal) y la orografía. Esta determina qué tipos de combustibles existen y la meteorología influye en la cantidad de agua que tienen los combustibles. La vegetación ahora está bastante disponible para el inicio de los incendios», lamenta.

Negligencias

Consultado por las causas que suelen estar detrás de estos incidentes, el director del centro operativo del Infoca señala que, según las estadísticas, alrededor del 95% de los siniestros que se producen en España se deben a la acción humana. De este modo, aclara que el origen natural, que son los rayos, puede tener una incidencia del 5% dependiendo de la zona, mientras que el resto de los fuegos comienzan por una negligencia, por un accidente o son intencionados. En el caso concreto de Córdoba, apunta que «la mayor parte son negligencias, una buena parte, accidentes, y rayos tenemos muy pocos. Este año detectamos uno en una finca de Montoro que provocó un pequeño incendio». Por último, añade que también existe «una pequeñísima parte de intencionalidad por motivos que no se conocen muy bien».

Las negligencias están relacionadas, principalmente, con la actividad agrícola y las personas que tienen una vivienda en el medio natural, mientras que los accidentes pueden ocurrir, por ejemplo, por la chispa producida por una línea eléctrica o por el siniestro de un vehículo que da lugar a que se inicie un fuego.

Todos los incendios forestales que se registran en Andalucía son objeto de una investigación pericial técnica, realizada por una brigada del Infoca especializada en la identificación de las causas, que, «muy frecuentemente, se encuentran», sostiene Nicolás. Una vez que concluye el trabajo, se traslada a las fuerzas de seguridad del Estado, que realizan una investigación policial para esclarecer lo ocurrido «y, si hay un culpable, va directamente a los juzgados», afirma. Así, este responsable recuerda que en el Código Penal está tipificada la intenccionalidad de provocar el incendio y, en determinados casos, también la negligencia. Asimismo, cabe la posibilidad de que se abra la vía administrativa, que deriva en sanciones económicas para el responsable.

La parcela, «muy preocupante»

Una de las labores de este dispositivo es, precisamente, la concienciación ciudadana sobre el riesgo que suponen los incendios forestales y Eduardo Nicolás subraya que «en Córdoba hay un elemento muy preocupante, que se viene a llamar interfaz urbano forestal. Es un fenómeno de las últimas décadas, las parcelas». En este sentido, manifiesta que «las personas en terreno forestal implican un riesgo que va más allá de lo que es un incendio forestal, porque además del incendio tenemos un problema de protección civil, hay que defender los bienes y a las personas».

Por esto, hace hincapié en que «hay muchas personas muy urbanitas, que se van al monte y desconocen que en verano tiene un riesgo que hay que asumir. Hay que estar preparado, saber qué hay que hacer en el caso de que haya una alarma, preparar tu vivienda, adecuar la vegetación del entorno para que el impacto sea menor y cumplir las órdenes de las autoridades para las evacuaciones en un momento dado. A lo mejor, en la huida acuden a una zona que es más peligrosa», advierte.

Para afrontar cualquier incidencia, este servicio de extinción de incendios cuenta en Córdoba con alrededor de 380 profesionales, entre funcionarios y personal laboral de la Agencia de Medio Ambiente y Agua. En la provincia están posicionados cinco helicópteros y dos aviones de carga en tierra. Además, junto al centro operativo tiene tres centros de defensa forestal (cedefo) en Villaviciosa, Adamuz y la Subbética, donde se concentran medios como los helicópteros y operativos.

En el almacén de residuos radiactivos El Cabril, tienen un acuerdo con Enresa mediante el que esta empresa posiciona un helicóptero durante cuatro meses en verano y el Infoca aporta personal técnico y retenes. Por último, en el aeropuerto de Córdoba hay dos aviones de carga en tierra, que disponen de diferentes pistas auxiliares para aterrizar y poder coger agua y líquido retardante.

El covid, sin efecto

El director del centro operativo del Infoca afirma que la pandemia de coronavirus y las distintas limitaciones planteadas a la ciudadanía para frenar su avance no han motivado una disminución de los incendios, pero sí han obligado a este dispositivo a adaptarse para prevenir contagios, distribuyéndose de una forma más amplia en el terriotio «gracias a la ayuda de muchos ayuntamientos».

Pese a esta localización provincial, Nicolás recuerda que, al tratarse de un plan regional, es muy frecuente que los medios sean desplazados a otros lugares de Andalucía donde se está produciendo una emergencia y viceversa, porque, si no trabajaran de esta forma, «colapsaría el sistema». «El tiempo máximo de trabajo en el incendio lo estimamos en alrededor de 10 horas desde que entras en el turno. Hay que tener una gran rotación de medios, es uno de los elementos básicos de seguridad», sostiene.

Accidentes frecuentes

En esta línea, preguntado por el riesgo de la labor del Infoca, reivindica que «en cualquier operación, la primera máxima es la seguridad», pero se trata de «un trabajo muy intenso y estamos sometidos a situaciones de cambio de viento, por ejemplo, que pueden dar algún problema. Trabajamos en terreno muy poco afable, son frecuentes los accidentes como torceduras y esguinces, y también la deshidratación. Se puede llegar a trabajar a temperaturas de 60 grados, con un equipo de protección abrigado y es un trabajo puramente físico. Esto produce mucho estrés calórico». No obstante, destaca que en todas las operaciones de extinción «tenemos un equipo médico que se destaca en el puesto de mando, lo componen un médico y una enfermera».

De otra parte, el entrenamiento es parte del trabajo de los efectivos, que cuentan con dos preparadores físicos en Córdoba. «Diariamente, hacen también una serie de simulacros o ejercicios para automatizar mucho las operaciones y estar siempre al 100% de disponibilidad», subraya Nicolás.

El dispositivo Infoca se mantiene activo todo el año, aunque es en verano cuando se encuentra plenamente centrado en la tarea de extinción, «porque estamos en el periodo de riesgo de incendios», afirma. Cuando el riesgo va disminuyendo, trabaja en otras áreas como la prevención (selvícola y social) y la restauración de los terrenos incendiados. Junto a la colaboración en otros territorios, su director destaca que «es muy frecuente» el trabajo con el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Córdoba, y con el Consorcio de Bomberos de la Diputación, así como con otras fuerzas de seguridad o instituciones. Entre otras ideas, agradece que «cada vez notamos más colaboración de toda la sociedad en general».