A Juan Manuel Medina y su mujer, María del Carmen Romero, el coronavirus de este año que nunca olvidarán. Ambos estuvieron en Tenerife de viaje del Imserso, del 7 al 14 de marzo y, a su regreso, no podían presagiar que el coronavirus que se estaba expandiendo ya esos días, iba a afectarles de lleno. Algún cambio ya se empezaba a percibir porque estaba a punto de comenzar el estado de alarma en España. Cuando el hijo de este matrimonio recogió a sus padres en el aeropuerto, de vuelta a Lucena donde viven, las carreteras iban casi vacías de coches. Y después de eso Juan Manuel apenas se acuerda de nada más porque el 16 de marzo se quedó inconsciente y se lo tuvieron que llevar al hospital Infanta Margarita de Cabra.

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En el hospital primero estuvo ingresado en la planta, pero su situación empeoró y fue derivado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Este vecino de Lucena es el paciente que más tiempo ha permanecido en la UCI del Infanta Margarita en todo lo que va de pandemia, unos 80 días. Entre los días que estuvo ingresado en planta y la UCI, de la que salió el 9 de junio, han sido 100 días de hospitalización en Cabra, del 16 de marzo al 23 de junio. A Juan Manuel le tuvieron que hacer una traqueotomía, necesitó un respirador y estuvo sedado gran parte del tiempo que permaneció en la UCI. No se enteró de que su mujer también acabó en la UCI, unidad en la que pasó 35 días, y que igualmente ella requirió sedación y de un respirador.

El doctor Pedro Lara, jefe de la UCI del hospital Infanta Margarita, apunta que María del Carmen ingresó en el hospital de Cabra el 18 de marzo y fue dada de alta el 22 de abril. Y mientras ambos progenitores pasaban unos duros momentos enfrentándose al coronavirus con todo el hospital volcado en ellos, María del Carmen, una de las dos hijas de esta pareja, también acabó hospitalizada por coronavirus, porque presentaba mucha fiebre. María del Carmen hija necesitó en el hospital de la ayuda de su hermana, María Araceli, por presentar una discapacidad, y al final María Araceli acabó también contrayendo la enfermedad del covid-19 y teniendo fiebre, aunque de forma más leve. Las dos hermanas estuvieron ingresadas alrededor de una semana, así que el único que se ha librado del coronavirus en esta familia de cinco miembros es el hijo mayor, también llamado Juan Manuel.

Evolución

El doctor Pedro Lara explica que, aunque la evolución de María del Carmen fue mejor que la de su marido y que, por ello, estuvo menos tiempo hospitalizada, la causa del ingreso de ambos fue insuficiencia respiratoria, que vino acompañada de todas las complicaciones posibles.

Juan Manuel cuenta que, al margen de la neumonía bilateral, se le paralizaron los riñones y lo tuvieron que poner en diálisis. Además, se le disparó el azúcar en sangre, «pero los doctores María Rojas y Eduardo Aguilar, entre otros profesionales, se empeñaron en salvarnos la vida y lo consiguieron», recalca.

«Los enfermos cuando están en la UCI, por su situación de gravedad y por la medicación, no tienen percepción del tiempo y olvidan muchas cosas. Esa amnesia hace la situación más soportable, pero no impide que tengan algunos recuerdos extraños», precisa Pedro Lara.

Aunque ya recibió el alta, Juan Manuel necesita seguir recibiendo fisioterapia. «Cuando empecé la fisioterapia no podía levantar la mano ni el pie de la cama. Lo he pasado muy mal. Además, al haber estado tanto tiempo intubado, de momento tengo que comer triturado y el agua la tomo con espesante, para que no acabe en el pulmón. La semana pasada me quitaron la sonda nasogástrica. Los riñones los he recuperado, tampoco tengo ya el azúcar alta y respiro perctamente. Sí me ha quedado una secuela en la mano derecha, que no la puedo mover. Mi mujer se ha recuperado mejor que yo, aunque ha perdido fuerza, pero camina y se puede mover bien», narra Juan Manuel.

Al margen de las consecuencias físicas del coronavirus, Juan Manuel recuerda la angustia que han supuesto estos meses para toda su familia. «Mi mujer lo ha pasado muy mal conmigo, cuando ella ya estaba mejor, porque los médicos más de un día le decían que no sabían si ese día sobreviviría. Igualmente, ha sido todo muy complicado para mi hijo afrontar la situación. Pasó unos días malísimos, cuando los cuatro (sus padres y sus dos hermanas) estábamos en el hospital, por una enfermedad sin cura que tanto daño está haciendo por todas partes. Mi hijo tenía que venir constantemente de Lucena a Cabra, compaginándolo además con su trabajo y con su familia», señala.

Más prevención

Un vídeo realizado por el hospital Infanta Margarita, en el que se recogen varios de los momentos más emotivos de la estancia de este matrimonio en el centro, acaba con un bonito arcoiris con este mensaje: «No existe mejor viaje que el regreso a casa». Y para que el viaje siga teniendo final feliz, Juan Manuel insta a la población a que sea prudente, que siga las medidas de prevención frente al covid (higiene de manos, uso de mascarillas y distancia de seguridad), porque «yo tengo pánico a salir a la calle por si vuelvo a cogerlo. Una vez me he recuperado, la segunda no sé. Quienes no actúen con prevención deben saber que arriesgan su vida y la de los demás».