Cruz Roja ha detectado en lo que va de año en la provincia de Córdoba seis casos de trata de seres humanos y tiene indicios de otros ocho más. Además, durante el confinamiento, la entidad ha buscado recursos de protección y gestionado el traslado a los mismos de cuatro víctimas.

En todos estos casos, según informa la institución humanitaria, se trataba de mujeres procedentes de países latinoamericanos, atendidas por la institución humanitaria en el marco de su proyecto para la “Atención a mujeres en dificultad social y víctimas de trata”, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía.

No obstante, a escala nacional, la Unidad de Protección a Personas en Situación de Trata de Cruz Roja atiende cada año a personas de más de medio centenar de países, entre los que destacan Nigeria, Costa de Marfil y Guinea Conakry.

Y aunque anualmente se presta apoyo en todo el territorio nacional a varios centenares de víctimas (en 2019, por ejemplo, fueron 1.624), las cifras de personas que sufren esta lacra son mucho mayores, ya que se estima que los casos que salen a la luz representan solo el 5% de los existentes, según datos de Naciones Unidas. De hecho, los datos que se manejan hablan de que esta grave vulneración de los derechos humanos afecta a más de 21 millones de personas en el mundo.

Por ello, coincidiendo con la conmemoración hoy 30 de julio del Día Mundial contra la Trata de Personas, Cruz Roja aprovecha para reinvindicar una Ley Integral de Lucha contra la Trata, la cual, según la cordobesa Rosa Flores, referente nacional de este tema dentro de la institución humanitaria, “podría facilitar el acceso a los derechos a todas las personas en situación de trata, independientemente del tipo de explotación, su sexo o identidad sexual o de género, así como brindar la protección especial que requieren las niñas, niños y adolescentes afectadas".

Y es que en nuestro país, señala Cruz Roja, no existe una ley Integral que contemple medidas de protección para todas las personas que pasan por situaciones de trata, "lo que en la práctica dificulta mucho el acceso equitativo a los recursos". Si bien en los casos de las mujeres tratadas con fines de explotación sexual "se ha avanzado bastante, si hablamos, por ejemplo, de hombres tratados con fines de explotación laboral, los recursos son muy limitados", añade.

A esto hay que añadir que si bien las víctimas de trata ya se encontraban en situaciones de extrema vulnerabilidad antes de la pandemia, la crisis sanitaria y social ocasionada por la covid19 ha empeorado su situación, exponiéndolas a mayores riesgos.

En este sentido, el ingreso mínimo vital, que contempla a las personas en situación de trata y a aquellas explotadas sexualmente, ha supuesto una esperanza para muchas de ellas. Sin embargo, aún no se han establecido cauces específicos para la tramitación y el acceso a este recurso, lo que está haciendo inviable en la práctica que estas personas puedan beneficiarsrse del mismo, según la institución. "Las dificultades en la tramitación están imposibilitando que las mujeres reduzcan la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran", lamenta Rosa Flores.

La trata es una forma de abuso de las situaciones de vulnerabilidad de algunas personas para explotarlas en diversos ámbitos (laboralmente, sexualmente, etcétera). Esta explotación conlleva además un lucro para terceras personas a través de la mercantilización de seres humanos.

Se trata de una lacra social que afecta especialmente a las personas migrantes, mayoritariamente mujeres y niñas, debido a su situación de vulnerabilidad. "Uno de los factores con mayor impacto en la trata es la desigualdad en el acceso a derechos y recursos entre mujeres y hombres; otros factores relevantes son la demanda y la tolerancia social hacia situaciones como la mendicidad, la prostitución o la precariedad asociada a determinados puestos de trabajo", explica la responsable de la Unidad de Protección a Personas en Situación de Trata de Cruz Roja.

Dicha unidad trabaja para detectar y acompañar a personas que puedan estar en situación de trata conforme a sus capacidades y necesidades, generales y específicas, como una red protectora organizada para apoyar a las personas en situación de trata en sus procesos de restablecimiento de derechos y acceso a recursos.

En caso de detectar algún posible caso, puedes contactar con la entidad en trata@cruzroja.es para que los equipos de la institución humanitaria puedan analizar el caso y valorar la estrategia a seguir.