El hospital Reina Sofía hospital Reina Sofíaha realizado las primeras intervenciones quirúrgicas complejas en grandes prematuros fuera del quirófano. El equipo de cirujanos pediátricos, anestesistas, neonatólogos y enfermeras han realizado alrededor de una docena de intervenciones en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (UCIN) a bebés menores de 30 semanas de edad gestacional y por debajo de un kilogramo de peso o con gran inestabilidad clínica.

En un comunicado, el hospital destaca que se trata de un gran avance en la atención al gran prematuro cuyo riesgo vital o funcional es elevado, esta nueva forma de proceder permite incrementar su seguridad, al evitar los riesgos derivados del traslado del bebe prematuro al quirófano.

Las intervenciones realizadas hasta el momento y que antes siempre se realizaban en el quirófano convencional, han sido tanto patologías congénitas como adquiridas y que ponen en riesgo vital o funcional al recién nacido, como por ejemplo obstrucción intestinal, gastrosquisis, fístula traqueoesofágica, hernia diafragmática o enterocolitis necrotizante, entre otras.

Según destaca la directora de la Unidad de Cirugía Pediátrica, Rosa María Paredes, “en los últimos años, la supervivencia de los niños prematuros ha mejorado considerablemente y cada vez con menor edad gestacional. Este incremento se debe en parte a las mejoras en el tratamiento de diversas malformaciones congénitas y mejor manejo del paciente quirúrgico neonatal por parte de los equipos de Neonatología, Anestesia y Cirugía Pediátrica”. Este contexto implica también un incremento en el número de cirugías que, unido a las complicaciones específicas del paciente neonatal, hacían necesario un nuevo abordaje para tratar a estos bebés.

Evitar riesgo

Este nuevo procedimiento persigue evitar determinados riesgos añadidos a la situación clínica del gran prematuro, ya que el traslado del bebé desde la Unidad de Neonatos al quirófano puede conllevar una desestabilización del paciente derivando incluso en el fallecimiento del bebé. Concretamente, se puede derivar en complicaciones como inestabilidad hemodinámica, movilidad del tubo endotraqueal (con dificultades para mantener una correcta oxigenación y ventilación), pérdida de alguno de los accesos vasculares o la hipotermia, ya que el bebe no sale de su hábitat ni de su cuna térmica.

A ello se añade que el bebé va a estar monitorizado y manejado por su neonatólogo habitual, el cual tiene un conocimiento exhaustivo del paciente pudiendo asesorar en todo momento al resto del equipo multidisciplinar. La presencia del neonatologo en el manejo de la vía aérea juega un papel muy importante durante todo el procedimiento.

Otra de las ventajas de realizar las intervenciones en la UCIN es que allí se encuentran todos los equipos necesarios adaptados a los prematuros (por talla y peso), lo que permite usar el equipamiento más apropiado para cada paciente.

Las intervenciones quirúrgicas complejas en la UCI neonatal que supone una gran ventaja para la seguridad del paciente, implican un incremento del esfuerzo que tiene que realizar el cirujano por las propias limitaciones físicas que implica. Según valora la doctora Paredes, “el éxito de estos procedimientos radica en que sean realizadas por un equipo multidisciplinar de profesionales con la preparación necesaria, disponer de los recursos apropiados y protocolizar los procedimientos”.