El Ayuntamiento ha dado los primeros pasos para dar uso a la casa número 5 de la plaza de San Agustín, que lleva años abandonada. El Ayuntamiento ha sacado a concurso un contrato menor de servicios de consultoría para colaborar en la redacción del proyecto de restauración del inmueble, con el que tendrá un "uso asimilado a un centro cívico", según la documentación del pliego de condiciones.

La casa, cuyas cubiertas fueron arregladas por Urbanismo durante el anterior mandato, tiene problemas de humedad, carece de instalaciones y no cumple con los requisitos de habitabilidad. Según un informe del servicio de Proyectos, la vivienda, que está catalogada y se encuentra junto a la iglesia de San Agustín, que es BIC, "sería una referencia para el barrio" y "apoyará a la administración de recursos municipales del distrito, con la prestación de servicios al ciudadano" como "servicios sociales, culturales, promoción de la salud, defensa del consumidor, policía de barrio, actividad administrativa, promoción del deporte e información". No obstante, el informe indica que la actividad que se desarrolle en el inmueble tras su recuperación se decidirá "en base a un programa participativo que tenga en cuenta las demandas de los vecinos". Añade además que "el interior de la parcela se adecuará para albergar actividades comunitarias encaminadas a favorecer la cohesión social". Antes del inicio de las obras de la cubierta la asociación Galea Vetus planteó que tuviera un uso para mayores y vecinos.

El proyecto, que se ejecutará con los fondos Edusi, recuperará la fuente del patio central, las carpinterías de madera y los revestimientos tanto de solerías como de techos. Esta casa de dos plantas fue en el pasado vivienda y tintorería. Su restauración, junto con la de la casa número 4, que pertenece a la Junta, formó parte del área de rehabilitación integral de la Axerquía Norte, que se quedó parada en el 2011 con un nivel de ejecución inferior al 30%. Ambas viviendas fueron objeto de un concurso de ideas para su conversión en centro cívico y sede de la antigua Epsa. El concurso nunca se puso en práctica.

El presupuesto del contrato que acaba de licitarse es de 8.820 euros y el plazo, de once meses (incluye la dirección de la obra). Las obras, cuando salgan a licitación más adelante, una vez que esté redactado el proyecto, tendrán un plazo de 7 meses y costarán 391.000 euros. Urbanismo opta a esta fórmula de colaboración externa al no disponer "de medios humanos ni materiales para la redacción de estos trabajos en los plazos solicitados".