Los trabajadores de la empresa STS se han concentrado esta mañana en el Bulevar del Gran Capitán para denunciar “el despido improcedente de toda la plantilla en pleno estado de alarma”.

Según han denunciado los ya ex empleados, esta empresa dedicada a suministro agrícola industrial y a la fabricación de cilindros hidráulicos y latiguillos, les “obligó” a coger vacaciones el 16 de marzo, y el día 31 de marzo, en situación de estado de alarma les comunicó por email que toda la plantilla era despedida.

La mayoría de los 32 trabajadores ha acudido al CMAC (Centro de Mediación y Arbitraje y Conciliación de la Junta de Andalucía) como paso previo a interponer la denuncia en el juzgado por estos ceses que consideran “improcedentes” ya que el despido ha sido justificado por la empresa, según los trabajadores, por “abuso de confianza y no haber desarrollado vuestras tareas”, lo que los empleados califican de “surrealista”.

Según afirma Antonio Miranda, uno de los empleados, la empresa se había retrasado en los pagos durante los 3 meses anteriores y la última nómina abonada fue en enero. En la plantilla no tienen representación sindical ni comité de empresa. En la concentración han estado presentes las familias y los propios empleados. La media de edad del grupo de trabajadores está “entre los 35 y 55 años” y la mayoría, aseguran, tiene familia a su cargo.

Este periódico ha intentado contactar con la empresa para recabar su opinión, pero por el momento no ha sido posible.

Por su parte, el sindicato CC.OO. ha calificado de "reprochable" la actitud de la empresa. En un comunicado, el sindicato ha criticado "que la empresa haya utilizado el estado de alarma por el covid-19 para deshacerse de los trabajadores y trabajadoras, a los que adeuda una media de 15.000 euros por persona. Además, el sindicato afea que haya utilizado el despido disciplinario, cuando el personal ha continuado trabajando a pesar de los incumplimientos reiterados de la empresa en el pago de las nóminas en los últimos meses.