Los cordobeses han tenido hoy el privilegio de poder hacer una visita íntima a dos de los jardines y patios más famosos de Córdoba: los del Alcázar de los Reyes Cristianos, que no necesitan reserva previa, y los del Palacio de Viana, donde sí hace falta. Ambos recintos han abierto hoy sus puertas a sus espacios exteriores después del largo confinamiento y han sido muchos los ciudadanos que han querido acercarse a ellos desde primera hora de la mañana con “ansia de ver flores y verdes”.

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A las 10.30 de esta mañana, unas cincuenta personas paseaban entre las maravillosas plantas que pueblan los jardines del Alcázar, donde Pilar y Luis han llevado a su nieto, “al que le gusta mucho el agua”, aunque para la abuela lo más interesante son las flores, “que están en todo su esplendor”. “Este año no hemos podido recorrer los patios, que han debido estar preciosos, y por eso hemos venido en cuanto nos hemos enterado de que abrían estos jardines”, que "estamos deseando ver llenos de gente otra vez, porque Córdoba lo que tiene es esto y hay que cuidarlo”.

Una familia visita el Palacio de Viana. / FRANCISCO GONZÁLEZ

También ha sido el momento elegido para las amigas Ana, Concha y María José, que conocen perfectamente este espacio, pero al que les gusta volver cada vez que pueden. "Yo me hice aquí mis fotos de novia y me trae muchos buenos recuerdos”, aseguraba Ana, mientras Concha considera “un privilegio” poder visitar estos jardines sin el bullicio habitual. “Esto es un lujo”, aseguraba su María José, que recocía tener muchas ganas de volver a ver "flores, naturaleza y color".

Y afortunado de ver esta maravilla de la naturaleza se ha sentido Nicolás, un argentino al que el coronavirus coronavirusconfinó en Córdoba, donde estudia Historia con una beca Erasmus. Junto a su amiga Josefina, también argentina y que estudia Traducción, ha entrado por primera vez en este "hermoso e increíble jardín", que considera “el más lindo que he conocido”.

Dos visitantes en el Palacio de Viana. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Y los que también han sentido hoy una especial felicidad son los trabajadores del Alcázar, que, aunque esperaban más gente, han sentido “una gran alegría” con la vuelta de los visitantes, sobre todo la jardinera Carmen Pineda, que ha cuidado de los jardines durante todo este tiempo cerrados. “Tengo la sensación de que las plantas han descansado un poco, en realidad todo el planeta ha respirado”, comenta Pineda, que explica que la salvia esplender, que estaba en condiciones pésimas, “se ha puesto increíblemente frondosa, con una belleza espectacular”.

De la misma forma piensa uno de los encargados de cuidar las plantas de Viana, donde, igual que en el Alcázar, no se puede entrar en el interior y registraba colas de visitantes a primera hora de la mañana. El jardinero Manuel Calvo ha estado cuidando de estos patios durante el confinamiento y su sensación es agridulce. “Por un lado, ha sido muy agradable pasear por aquí sin gente, pero, por otro, siento mucho que los visitantes se hayan perdido una primavera tan fantástica para las gitanillas, los geranios y otras muchas flores”. Y mientras Calvo sigue mimando las plantas, su trabajo era admirado por muchos ciudadanos, que, bajo cita previa, han entrado hoy a estos patios en grupos de cincuenta personas cada hora, aunque los pases ya están agotados esta semana y casi la siguiente.

Visitantes en el Alcázar, esta mañana. FRANCISCO GONZÁLEZ

Para quién sí ha sido una sorpresa es para los amigos Andrea, Francisco Manuel y Paula, que, aunque siempre han vivido en Córdoba, era la primera vez que se adentraban en este inmenso jardín que es Viana. “Me arrepiento mucho de no haber venido antes y hasta me siento fatal por ello”, ha reconocido Francsico Manuel. Y también ha sido la primera vez para Rafa y Mercedes. “Yo no voy sola a ningún sitio y hoy me ha propuesto este plan mi hijo”, relataba Mercedes, que ha quedado “impresionada” por la belleza de la que disfrutaba a su alrededor. Y los que han vivido una experiencia “maravillosa” han sido Inma, Fernando y Daniel, tres guías turísticos cordobeses que hoy se han puesto “al otro lado”. “Me encanta estar aquí como turista, es un disfrute ver este recinto sin el bullicio habitual”, aseguraba Inma encantada de “tener esta oportunidad”, de la que ahora pueden aprovecharse todos los cordobeses.

Unas chicas con mascarilla en los jardines del Alcázar. FRANCISCO GONZÁLEZ