Pasito a pasito. Así está subiendo Córdoba la larga cuesta que le llevará a recuperar definitivamente la actividad económica. Con un tejido productivo enfocado esencialmente hacia el turismo y el consumo que lo rodea, la reapertura de la Mezquita-Catedral, uno de los principales motores del sector, se ha interpretado como un hito importante hacia la nueva normalidad, que alcanza ahora la fase 2 de la desescaladadesescalad. "Ya solo faltan los turistas", comentaban ayer algunos hosteleros, que valoran positivamente la avanzadilla del Cabildo aunque de momento no se refleje en el entorno de la Judería.

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El presidente de Hostecor, Fran de la Torre, aseguró que "el impacto mediático a nivel internacional que tendrá la apertura del monumento será muy importante", algo que contribuirá en su opinión a lanzar "un mensaje de normalidad y tranquilidad a los turistas, ya sean de ámbito nacional o internacional, que verán que pueden estar tranquilos cuando vengan a Córdoba porque está preparada con todas las medidas de seguridad". El sector valora la apertura de la Mezquita Catedral, pero no reclama que, de momento, se abran el resto de enclaves culturales de la ciudad. "Entendemos que no tendría tanto sentido si no hay turismo interprovincial siquiera abrir otros espacios como Medina Azahara o los museos municipales", por lo que esperan que lo hagan en la fase 3, señaló de la Torre.

La reapertura de muchos bares que permanecían cerrados hasta ahora por las limitaciones de aforo o por no tener terraza, marcó la jornada. Según Hostecor, el 45% de los negocios ya han abierto. Este nuevo escenario, en el que apoyar el brazo en la barra sigue siendo una imagen prohibida, dio un nuevo impulso a la calle, donde el aumento del flujo de peatones hace cada vez más necesario respetar la norma de circular en el sentido adecuado de cada acera, a la derecha del peatón, para evitar cruces y choques innecesarios.

Movimiento de clientes en la reapertura del Centro Comercial El Arcángel. Foto: A.J. GONZÁLEZ

Las grandes superficies y los centros comerciales vivieron ayer un día de mucha actividad, tanto por la recepción otra vez de clientes como por los protocolos exigidos para cumplir con las normas de seguridad higiénico sanitarias. En la puerta de El Corte Inglés de Ronda de Tejares, se vieron este lunes las primeras colas en la puerta principal, debido al control de acceso establecido, que recuerda también que hay que usar las vías de entrada y salida demarcadas. De momento, los ascensores servirán para subir de planta a planta y las escaleras mecánicas para bajar para minimizar los encuentros. La agencia de viajes o la administración de lotería, abiertas ya al público, concentraron también la atención de los primeros clientes. Los centros comerciales Zoco, Carrefour o Arcángel reanudaron la actividad aún a medio gas, con locales cerrados a la espera de hacerlo el fin de semana o cerrados definitivamente a juzgar por los carteles de «se vende o se alquila» colocados en sus puertas. En el interior de las tiendas, los trabajadores se afanaban por cumplir los protocolos. "Hay que desinfectar cada prenda que pasa por los probadores y eso retrasa todo", explicaba ayer una dependienta, que confía en que los clientes colaboren haciendo uso de la paciencia y el sentido común. "Es complicado estar pendiente de cada cliente, pero ayuda que de momento vengan poco a poco y no en masa, veremos qué pasa el fin de semana".

Grandes superficies situadas fuera de la ciudad como Decathlon o Leroy Merlín también se incorporaron a la actividad presencial con aforo limitado. "Parece que la gente tenía ganas de comprar y nosotros encantados", señaló uno de los encargados de Decathlon, donde ahora resuenan mensajes por megafonía recordando que hay que guardar las distancias o hacer uso del hidrogel. Córdoba recupera el pulso.