Desde hace varias semanas los balcones con las colgaduras de María Auxiliadora anuncian que son días especiales en el barrio de san Lorenzo. Tan especial como lo es el 24 de mayo, el día de María Auxiliadora. Una jornada donde los alumnos de salesianos, tanto actuales como antiguos, regresan a las plantas de María Auxiliadora. Este año en una jornada distinta donde tampoco habrá procesión por la crisis sanitaria del coronavirus.

Unas circunstancias que no han impedido que desde primeras horas de la mañana el santuario de María Auxiliadora fuera un reguero de fieles dispuestos a rendir pleitesía a la Madre Salesiana. La Virgen lucía de forma extraordinaria en el presbiterio del templo, una histórica estampa, puesto que un día como hoy, y a esa hora, tendría que estar en su dorado paso para esta tarde trasladarse hasta el patio del colegio donde cientos de corazones salesianos año tras año la esperan.

Unos corazones salesianos que la han acompañado en su iglesia y hasta algunos privilegiados, con invitación, han podido participar de la misa de 8, 9 y 12 de la mañana. Esta última es la función solemne que la familia salesiana dedica a su patrona en esta ocasión presidida por el director de la casa salesiana José Antonio Perdigones.

El salesiano, muy emocionado, comenzó su homilía recordando que “hoy es un día de encuentro y reencuentros, donde los sentimientos están a flor de piel”. El sacerdote insistió que este extraño día que nos ha tocado vivir”, es un día “de diálogo con la Virgen dentro de un gran silencio”. Asimismo, recordó a todos aquellos que durante estos últimos meses han tenido muy presente a la Virgen pidiendo que Ella “nos siga protegiendo y auxiliando”.

El santuario de María Auxiliadora permanecerá hoy abierto hasta las 22.00 horas para poder visitar a la Virgen en el día de su festividad.