Las dos residencias de mayores de la Obra Pía Santísima Trinidad de Córdoba (Santísima Trinidad y San Juan de la Cruz) han logrado que, por el momento, en los dos meses y medio que se lleva de pandemia, no se hayan registrado, ni entre sus usuarios, ni entre sus trabajadores, casos de coronavirus. Con el incentivo de haber alcanzado hasta ahora la meta de cero contagios, la dirección de ambos centros y sus profesionales, contando en todo el momento con el esfuerzo de la plantilla de las residencias, siguen a diario extremando las medidas de higiene y preventivas para que la situación se mantenga así. Además, ahora están con los preparativos, como apuntan Carmen Nevado y Lourdes Castro (directoras de las residencias San Juan de la Cruz y Santísima Trinidad, respectivamente) para la posible recuperación de las visitas de familiares a partir de la semana próxima, si Córdoba pasara a la fase 2 del plan de transición a la nueva normalidad.

[Sigue aquí en directo las últimas noticias sobre el coronavirus en Córdoba]

Sin embargo, Carmen Nevado aclara que las visitas que,por el momento permite el Ministerio de Sanidad, cuando Córdoba pase a la fase 2, corresponden preferentemente a residentes que presenten una descompensación neurocognitiva importante y para los que la visita podría suponer un alivio a ese estado. Las directoras de estas residencias explican que en sus residencias, cuando se retomen las visitas, tendrán que ser con cita previa y no podrán coincidir muchas a la vez, sino que se limitarán, en el caso de la Santísima Trinidad, a tres familias cada media hora y en la de San Juan de la Cruz a 4 o 5 familias cada 30 minutos, para que entre unas visitas y otras, que además se realizarán en estancias distintas para evitar contacto alguno entre unas personas y otras, haya tiempo suficiente para la desinfección de los espacios.

PREVENCIÓN / Además, durante las visitas los familiares y los residentes deberán llevar puestas mascarillas y guantes y mantener la pertinente distancia de seguridad, entre otras medidas. «Va a ser complicado contener los abrazos después de más de dos meses, pero será necesario en la situación actual en la que estamos», recalcan. Por otro lado, las personas que vengan de visita no podrán entrar en la residencia con pertenencias, así que las mismas que se guardarán en la entrada en una bolsa hasta su salida.

De un día para otro, debido a la actual pandemia, estos centros sociosanitarios tuvieron que pasar de tener sus puertas siempre abiertas, con visitas a cualquier hora, a tener que restringir el contacto prácticamente diario que tenían familiares y residentes y extremar las medidas de prevención, de limpieza y desinfección, en cumplimiento con las directrices sanitarias», señalan Carmen y Lourdes.

Para tratar de compensar la falta de contacto entre familiares y residentes, en ambas residencias se están haciendo de forma continua llamadas telefónicas a las familias y también videollamadas. Aún así, las directoras de ambos recintos reconocen, que existen «muchas ganas» por parte de los usuarios y de sus seres queridos de poder volver a verse de forma presencial y no a través de una pantalla.

Las directoras de estas dos residencias, una con 60 plazas (Santísima Trinidad) y la otra con 82 (San Juan de la Cruz) se muestran muy agradecidas por todo el apoyo recibido, tanto por parte de la parroquia de la Trinidad, los propios trabajadores, fieles, voluntarios, personas anónimas que se pusieron a hacer mascarillas, batas, para que los profesionales estuvieran protegidos y pudieran proteger a su vez a los usuarios. «Llegamos a pagar 120 euros por 5 litros de solución hidroalcohólica cuando todo el mundo demandaba este producto», recuerda Carmen. En estos dos centros saben que no pueden bajar la guardia y que hay seguir cumpliendo con todos los protocolos, porque el virus sigue ahí y hay que protegerse del mismo.