El sindicato UGT quiere que el alcalde, José María Bellido, “asuma el papel de liderazgo” que le corresponde y “reintegre la mesa de concertación a las mismas condiciones” que tenía antes del 28 de abril, momento en el que se produjeron unas declaraciones del presidente de CECO, Antonio Díaz, en relación a los datos del paro de la EPA, que disgustaron tanto a este sindicato como a CCOO (y que después aclaró CECO asegurando que sus palabras se sustentaban en la postura adoptada por la CEA tras conocer los datos del paro).

Esa es la condición que pone el secretario general de UGT, Vicente Palomares, en un escrito que ha registrado en el Ayuntamiento, y al que ha tenido acceso Diario CÓRDOBA, para continuar con la negociación del plan de choque, para el que, por otro lado, hay una reunión convocada el lunes, a la que UGT no tiene intención de asistir y cuya convocatoria no entiende.

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En el escrito, Palomares le recuerda al alcalde que “concertación no hay si no estamos todos y cada uno de los agentes sociales y económicos”. UGT piensa que “estamos a tiempo de reconvertir la situación y retomar un verdadero acuerdo, no una pantomima que sirva para hacer anuncio que ponga en marcha medidas que beneficien a quienes desean que los sacrificados sean los otros, la clase trabajadora”.

UGT tiene claro que el alcalde ha tomado “partido” por la postura de “una de las partes de la negociación”, CECO, que, a su juicio, “rompió el ambiente de consenso al lanzar la provocación de que era preciso ‘suavizar las relaciones laborales’ para aminorar el impacto de la crisis en el empleo, es decir, que el costo del desastre lo sufragasen los bolsillos de la clase trabajadora”. UGT asegura que “no puede asumir como punto de partida de una negociación un planteamiento que surge de que la parte afectada es la que debe sacrificarse de principio para paliar una situación de la que no solo no es culpable, sino de la que, como siempre, es la víctima”.

A UGT no le han hecho gracia las declaraciones realizadas por el alcalde el lunes -cuando dijo que “no es mi intención meterme donde no me llaman” en relación a las discrepancias entre los sindicatos y CECO-, después de que este sindicato y CCOO mostraran públicamente su descontento con las palabras de CECO, a la que pedían explicaciones, y anunciaran que no estaban dispuestos a negociar el plan de choque si la máxima era la de “suavizar las relaciones laborales”. En la práctica, el sindicato viene a exigirle al gobierno municipal que las ayudas que acaben recibiendo las empresas de las arcas públicas no sirvan solo para enjugar las cuentas de resultados sino para mantener los puestos de trabajo y las condiciones laborales en los mismos.

A su juicio, el alcalde “no puede ser neutral, ni mostrarse tibio, cuando no cómplice, ante una situación que afecta a la mayoría de la población cuya gestión más inmediata está bajo su responsabilidad y que supuestamente lidera una mesa de diálogo para afrontar una mesa social sin precedentes”. Con esa “pretendida neutralidad, cuando no complicidad”, señala UGT, el alcalde “se pone de parte de quien ha motivado que el sindicato que represento, y también Comisiones Obreras, mantenga que no es viable sentarse con quien de partida pretende sacar tajada del desastre personal de quienes han perdido su puesto de trabajo”.

Esa neutralidad, insiste UGT en el escrito, “no le exime de la responsabilidad de seguir adelante con un acuerdo que no será de la ciudad”, sino “exclusivamente de usted y de los suyos y de quienes quieran asumir sus planteamientos, que se convertirán también en adláteres de esos planteamientos, por más que quiera emborrizar como medidas de carácter social, que deben llegar a los trabajadores y trabajadores, ayudas económicas al empresariado”.

“De no bajarse” de esa neutralidad, señala el sindicato, el alcalde “será cómplice” de que UGT no asuma ningún planteamiento que haga el Ayuntamiento en relación a las medidas de esta crisis sanitaria. En este sentido, aclara que “estaremos a favor o en contra, sin participar ni ser partícipes de ninguna de las decisiones que se adopten en la mesa, que más bien parecerá de camilla que de concertación”.

Si “no ejerce el papel de liderazgo que le corresponde”, ahonda UGT, "estará demostrando que la legitimidad democrática que ostenta está trufada por un sesgo de clase que, si bien puedo comprender por la ideología que profesa, no puedo admitir como representante del primer sindicato de la ciudad y de la provincia y como responsable de la defensa de los intereses de los trabajadores”. Por ello, insiste en que al alcalde “le corresponde asumir un papel de liderazgo para mantener una mesa de concertación ahora rota, no sé si de manera deliberada o no, es irrelevante, por una de las partes. Tampoco sé si con la aquiescencia de quien debería mantener la neutralidad y no solo aparentarla”.

UGT critica además que la teniente alcalde de Turismo, Isabel Albás, dijera el jueves que se va a presentar el plan de choque, dando como “hechos consumados algo que estaba en discusión y sin que todas las partes de este acuerdo estuviesen en sintonía”.

Por otro lado, CCOOirá a la reunión del lunes. El sindicato, a través de su secretaria provincial, Marina Borrrego, ha señalado que "CCOO no ha abandonado en ningún momento la concertación con el Ayuntamiento". Borrego señala que "criticamos que se dieran a conocer medidas del plan de choque cuando aún se está negociando y no se ha ultimado, pero en ningún caso hemos rehusado dialogar". La máxima dirigente del sindicato en Córdoba afirma que "se suspendió una reunión pero no la negociación, cuestión diferente es que pidamos a CECO que aclare su postura, pero, en todo caso, CCOO estará donde debe, que es dialogando, negociando por el mantenimiento del empleo". Ni el Ayuntamiento ni CECO se han pronunciado sobre el escrito presentado por UGT.