Las administraciones han hecho distintas lecturas del plan de desescalada anunciado por el Gobierno central en función del signo político que las gobierna. Así, el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía han puesto mayor énfasis a la petición de apoyo y más claridad al Ejecutivo de Pedro Sánchez, mientras que la Diputación, en manos de los socialistas, han valorado «la buena posición» de la que parte la provincia cordobesa para retomar la normalidad previa al estallido de la crisis del covid-19.

Desde el Ayuntamiento de Córdoba se pidió ayer mayor concreción en las medidas que habrá que aplicar en cada una de las cuatro fases para la reanudación de la actividad social y económica, y se reiteraron las peticiones que las administraciones locales han hecho llegar al Ejecutivo de Pedro Sánchez a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Entre estas peticiones, el gobierno municipal subraya la exigencia de que los ayuntamientos puedan emplear los superávit del presupuesto municipal para paliar los efectos de la crisis, en lugar de tener que destinarlos de manera obligatoria a la amortización de deuda. En el caso de Córdoba, se podrían emplear 22 millones.

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El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, puso de manifiesto la "buena posición" de partida de la provincia, en función de los datos de contagio, para afrontar el plan de desescalada que se desarrolla en cuatro fases: «Si el desarrollo de estas fases atenderá a criterios territoriales, las cifras y datos estadísticos de cada uno de nuestros pueblos nos dejan espacio para pensar que nos encontramos en un buen punto de partida».

Ruiz recordó que somos la cuarta provincia andaluza, detrás de Huelva, Almería y Cádiz, con menor número de afectados por el virus: «La evolución de esta crisis sanitaria en nuestra provincia nos permite, a priori, mirar al horizonte con garantías para afrontar el futuro siempre con las precauciones necesarias». Para el presidente, es necesario dar pasos a la apertura «que nos permita comenzar con la reactivación económica». Desde la institución provincial, trabajan ya en la puesta en marcha de los planes de reactivación, que destinarán 10 millones a los municipios.

Desde la Junta de Andalucía, el portavoz andaluz del PP en el Parlamento andaluz, José Antonio Nieto, pidió ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez «más claridad, coordinación y apoyo a los gobiernos autonómicos», especialmente al Gobierno andaluz, para la volver a la actividad. Nieto reprochó a Sánchez el «desconcierto» e «incertidumbre» que ha generado su plan de desescalada: «Ha generado muchas dudas que se hable de la posibilidad de que se actúe por provincias y no por comunidades autónomas, que no se diga con claridad en qué fase estamos en este momento; o cómo y quién decide pasar de una fase a otra». En último lugar, Nieto insistió en que Andalucía debe liderar esa segunda parte de la crisis, y subrayó que para eso «es fundamental que unamos esfuerzos» entre las distintas fuerzas políticas.