Carmen Laín Guelbenzu, de 58 años, es una maestra cordobesa con más de 35 años de experiencia, que se formó en la antigua escuela de Magisterio de Córdoba de La Normal, empezó a trabajar en Cádiz, y tras muchos años de trabajo en Córdoba es desde el 2013 la directora del colegio de educación Infantil y Primaria (CEIP) Juan de Mena, situado en la avenida Carlos III de Córdoba.

-¿Cómo ha cambiado su trabajo al pasar de las aulas del colegio a la educacion virtual?

-El cambio ha sido enorme. En menos de 24 horas hemos tenido que pasar de un sistema de enseñanza presencial a uno digital, y enfrentarnos a nuestras propias competencias digitales y a las competencias y recursos de las propias familias. Nos hemos organizado como mejor hemos podido, porque nadie estaba preparado para esta situación. Desde casa, intentamos dar respuesta y no perder contacto con los alumnos y familias, buscar recursos educativos y formarnos, con lo que trabajamos prácticamente las 24 horas del día y todos estamos ocupados en la educacion, aunque intentamos no sobrecargar de tareas, y estamos preocupados también por la situación emocional de los estudiantes y las familias. Con todo, la escuela no cabe en una pantalla de ordenador, y la enseñanza virtual es un buen complemento, pero no puede sustituir al maestro.

-¿Qué efectos cree que tendrá esta crisis para los profesionales de la enseñanza?

-A corto y medio plazo es díficil decirlo. Hay incertidumbre no ya solo del cuándo, sino de cómo será la vuelta a las aulas. Por otro lado, y como esta crisis comenzó en pleno proceso de escolarización para el próximo curso, tampoco sabemos, al menos en la educación pública, cómo afectará a la organización futura y recursos humanos de cada centro.

-¿Cómo percibe que valora la ciudadanía el trabajo que realizan en estos momentos?

-Diría que más del 80% de las familias de nuestro centro nos están reconociendo expresamente el inmenso esfuerzo que hacemos. Nos envían vídeos, y mensajes de apoyo y de cariño muy emotivos. Los alumnos nos dicen que tienen ganas de volver, al igual que nosotros de que vuelvan.