Con el nuevo escenario provocado por la pandemia de la covid-19, la Fundación Don Bosco de Córdoba se ha reinventado, poniéndose en modo #estadodesolidaridad, desarrollando diversas acciones dirigidas a mantenerse al lado de quienes más lo necesitan, sin fallarles y haciéndoles sentir que, juntos, esta situación de crisis se va a superar.

Durante el periodo de confinamiento esta fundación está dando cobertura y atendiendo a todas las personas que participan en sus proyectos. Desde el área residencial gestiona el Centro de Protección de Menores con 21 plazas. Una casa llena de vida, con menores de edades muy dispares y momentos vitales diversos, en la que siguen sin faltar ni un solo día a las actividades formativas, juegos y talleres para crecer, fortalecerse, aprender valores, sensibilizarse y despertar la conciencia solidaria.

También gestiona, con los proyectos Buzzetti y Alta Intensidad, cuatro pisos distribuidos por la capital, donde residen jóvenes que han cumplido la mayoría de edad recientemente y que se encuentran en situación de soledad y falta de recursos que les impediría un desarrollo madurativo adecuado. En este tiempo de confinamiento, el equipo técnico del proyecto explora nuevas iniciativas para seguir acompañándoles.

Desde el área socio-educativa, la interrupción de las clases ordinarias del Aula Compensatoria, dependiente del Colegio Salesiano y de la Escuela de Segunda Oportunidad, que gestiona la Fundación Don Bosco, no ha impedido que la formación a través de las nuevas tecnologías continúe su marcha. De esta forma, el equipo educativo gestor ha desarrollado diferentes herramientas virtuales que permiten el trabajo directo con el alumnado, con el que, mediante juegos, concursos, retos y sesiones a través de videoconferencia se mantiene un contacto diario, manteniendo su motivación al nivel más alto.

En Cocinas Comunitarias del Barrio del Guadalquivir, la fundación ha modificado el funcionamiento de esta cocina, ya que en los meses anteriores eran las familias, acompañada por personal técnico, las que acudían a cocinar a las instalaciones, optando en estas últimas semanas por buscar otras opciones favorables a la continuidad del proyecto. Así, se reparten los alimentos de los menús semanales en crudo un día a la semana con el fin de que sean las familias las que luego lo elaboren en casa. El equipo técnico del proyecto hace la compra, prepara bolsas y reparte los alimentos, aportándoles las recetas para su elaboración. Igualmente se les facilita semanalmente actividades para realizar en casa con la familia.

Asimismo, desde este área socioeducativa continúan otros proyectos gracias al compromiso del personal técnico de la entidad, como Tolerancia e Igualdad a través de las TIC y Espacios de Encuentro Socioeducativo, ambos destinados igualmente a la promoción y desarrollo de jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Por último, desde el área de inserción sociolaboral, en estos momentos de especial dificultad el equipo de profesionales que lo componen trabaja de forma no presencial para mantener el acompañamiento de las personas que más lo necesitan. Durante el estado de alarma son 11 las personas que han conseguido un empleo, y más de 50 las que actualmente están en procesos de selección en programas como Andalucía Orienta y Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES) de la Junta de Andalucía, e Incorpora e Itinerarios de inserción Más Empleo de la Caixa.

También mediante el teletrabajo se realizan de forma virtual otros proyectos como Rondó o el Reincorpora. Todo ello con el apoyo y cofinanciación de diversas entidades públicas y privadas.