La crisis del coronavirus no ha parado de acarrear consecuencias negativas. Tras decretar el Gobierno el estado de alarma, la Junta y los rectores de las diez universidades públicas andaluzas decidieron el pasado día 2 dar por terminado el curso de una manera presencial. Por ello acabarán ‘on line’ los estudiantes cordobeses.

Los alumnos universitarios que estudian en Córdoba pero no son naturales de la ciudad pasan el curso repartidos por las residencias y miles de pisos de alquiler. La gran mayoría ha dejado ya Córdoba, aunque no sin antes haber intentado llegar a un acuerdo con los dueños de los pisos. El objetivo ha sido rescindir los contratos antes de la fecha prevista inicialmente, generalmente el 30 de junio o en el mes de julio.

El asesor patrimonial de la Inmobiliaria Gago, Ramón del Castillo del Olmo, está habituado a ejercer de intermediario entre los los dueños y los inquilinos de los pisos de estudiantes. «Los estudiantes se van de varias formas. Algunos lo hacen sin avisar, pero no sirve de nada, pues nosotros en los contratos tenemos a los padres de avalistas. Por ello, si se van de esa manera da igual, pues se tramita una denuncia al juzgado y al final terminan pagando».

«En la mayor parte de los casos han llamado a los propietarios y han intentado llegar a un acuerdo, que es lo que hay que hacer. Lo normal es que hayan decidido abonar la mitad del alquiler desde el mes de abril y hasta el final de la fecha del contrato, según la que sea», apunta Del Castillo.

La abogada Montse Rodríguez, especialista en este tipo de alquileres, señala que «en ninguno de los decretos aprobados durante el estado de alarma se ha producido un cambio en la normativa legal de este tipo de contratos. Sí hay cambios en los contratos que acaben durante el estado de alarma, pero para que afecten a los de los estudiantes el estado de alarma tendría que llegar al 30 de junio».

La letrada dice que los contratos de los pisos de estudiantes «suelen acabarse el 30 de junio, en julio o duran todo el año. Muchos están varios años en el mismo piso, por lo que han hablando sin problemas con los dueños para llegar a un acuerdo en esta situación»

El panorama que tienen los estudiantes que han estado este curso en las residencias de la Universidad de Córdoba es diferente. Solo el 6,5 % de los inquilinos está todavía en Córdoba, en concreto 19 de los 290 que iniciaron el curso escolar. Los 271 restantes están ya en sus domicilios familiares.

La vicerrectora de Estudiantes y Transparencia de la Universidad de Córdoba, María del Carmen Balbuena, asegura que no se ha llegado todavía a ningún tipo de acuerdo con los estudiantes porque «estamos a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia». «Lo que sí hay es una resolución rectoral por la que se aplazan los pagos de las cuotas».

Uno de los problemas que tienen estos días los universitarios que quieren irse a sus domicilios familiares, para no volver a Córdoba hasta el próximo curso, es la mudanza. María del Carmen Balbuena declara que «esta universidad, como el resto de las andaluzas, solicitó a la Delegación del Gobierno que los estudiantes pudieran trasladarse, bien a su domicilio familiar, bien venir a Córdoba para retirar sus cosas». La respuesta de la Delegación del Gobierno fue que «era posible desplazarse para ir al domicilio familiar, pero no hacer mudanzas. Así se lo estamos transmitiendo a todos los estudiantes que nos preguntan por la posibilidad de venir para recoger sus enseres».

Ramón del Castillo apunta mientras que «muchos aprovechan que sus padres pueden venir a Córdoba, por trabajar en una de las actividades permitidas, y son ellos los que recogen las cosas de sus hijos».