Lo que ha ocurrido en el último mes en Córdoba y en el resto del planeta podría ser el dramático argumento de una distopía difícil de creer. El coronavirus ha roto las estructuras más asentadas de la sociedad, ha confinado a la población en sus viviendas, ha paralizado la economía, ha suspendido las clases presenciales en los distintos niveles educativos y ha extendido el miedo por las inesperadas consecuencias del covid-19. A todo esto hay que unir el drama humano.

Desde ese 14 de marzo en el que se publicó el real decreto del estado de alarma hasta ayer, se ha producido la muerte de 58 personas de los 1.190 casos positivos que se han contabilizado por la Consejería de Salud y Familias, con un colectivo, la tercera edad, especialmente vulnerable al virus. Y frente a esta situación difícil de creer, la sociedad cordobesa ha dado muestras de enorme solidaridad creando cadenas de trabajo para ayudar la carencia de medidas de protección de los sanitarios, expuestos al covid-19 sin los medios que hubiera sido deseables desde el principio. ¿Qué ha pasado en Córdoba durante el último mes?

El replanteamiento del sistema sanitario

El gerente del distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir, José Rumbao, considera que se ha producido un «cambio radical» de la forma de realizar la asistencia en atención primaria, adoptando los protocolos que iba estableciendo el Ministerio de Sanidad. En estas semanas, uno de los factores que han marcado la atención sanitaria ha sido el contagio de profesionales. Rumbao considera que, al estar en primera línea, se hayan producido contagios y la pérdida de «nuestro compañero Manolo Barragán». No obstante, asegura que en las últimas dos semanas se ha producido un descenso «significativo» en el número de contagios de profesionales. Por eso, piensa que después de esta alerta sanitaria «tendremos una forma de entender la vida, en general, y la atención sanitaria, en particular, completamente diferente a la que teníamos antes».

El presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Bernabé Galán, pone su atención en la «indefensión» de los profesionales y de la sociedad para hacer frente al peligro de un virus «que no conoces cómo va actuar». Sobre todo, lamenta la «descoordinación» de la Administración tras centralizarse todo bajo un mando único. «Hemos visto que no ha sido efectivo esto y ha habido un error tras otro», señala. «Sentimos impotencia al ver que no había test para poder aislar a las personas asintomáticas y las carencias de equipos de protección individual», añade.

Profesionales sanitarios durante una de las muestras de apoyo recibidas este mes

- FOTO: A. J. GONZÁLEZ

Miles de ERTE en la provincia

La actividad económica se ha venido abajo. Salvo las actividades consideradas esenciales, sectores como el comercio o el turismo, que tanto peso tienen en la provincia, han paralizado su funcionamiento. A esto hay que unir miles de ERTE presentados. Hasta el pasado lunes se habían registrado en Córdoba 7.329 expedientes de regulación temporal de empleo de los 90.250 contabilizados en Andalucía.

El delegado territorial de Empleo y Economía, Ángel Herrador, considera clave la puesta en marcha de un plan de ayudas públicas para «apuntalar el empleo que había antes de la crisis» una vez que se levante el parón económico. Sobre todo en el comercio y la hostelería para evitar que los ERTE se conviertan en ERE. Además, asegura que hay que trabajar en fórmulas y soluciones para apoyar a las empresas en un momento que exige «cuidar al empresariado más que nunca».

El presidente de CECO, Antonio Díaz, habla de que este mes de estado de alarma ha supuesto un «shock» desde el punto de vista financiero, laboral, del mercado y de cara a la supervivencia de las pymes y los autónomos, «que no saben si podrán salir de ésta». Antonio Díaz afirma que de esta crisis sanitaria provocada por una pandemia «estamos aprendiendo mucho» y hace un llamamiento a que la sociedad tenga claro que la empresa «es el futuro» para crear riqueza y puestos de trabajo en Córdoba.

Por su parte, el presidente de la Federación ATA, Lorenzo Amor, recuerda que un mes después del inicio del estado de alarma, «el 75% de los autónomos están en su casa sin trabajar, porque no pertenecen a actividades esenciales, en una situación muy complicada, sin facturar, sin vender, pagando cotizaciones, alquileres y pagando luz». Amor piensa que esta situación «no es comparable a nada» y estima que «nos queda una larga temporada para poder recuperarnos». En el caso concreto de Córdoba, advierte de que sectores «clave» como los servicios «lo van a pasar muy mal».

Clases 'on line' y brecha digital

Con el cierre de los centros de los distintos niveles educativos, la enseñanza recurrió a la docencia a través de internet, con clases virtuales en las que la involucración de los profesores y los padres está siendo fundamental, aunque sin obviar problemas como la paralización de las prácticas o la brecha digital que sigue existiendo entre la población.

El presidente de FAPA Agora, Francisco Mora, destaca que tienen en marcha un encuentro para intentar analizar la problemática de las familias al no existir contacto directo. «Los chavales, en líneas generales, están haciendo sus trabajos, pero existe un alto porcentaje, entre un 18 y un 20%, que no tiene un acceso directo a internet y no está en las mismas condiciones», explica. Por esto piensa que se deben tener en cuenta estas dificultades a poco más de dos meses para acabar el curso. «No sé cómo se terminará, pero habría que estudiar algún tipo de refuerzo escolar para los niños que lo necesiten y hacer una adaptación el próximo curso», demanda el representante de FAPA Agora.

El presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Córdoba, Pedro Rivera, advierte también de los problemas que existen para algunos alumnos universitarios por la brecha digital y de los problemas que tienen algunas disciplinas por la necesidad de hacer prácticas presenciales. «Hay centros y ramas que necesitan prácticas en laboratorio y trabajo de campo, para lo que se está intentando dar solución a través de instrucciones rectorales e intentar desarrollarlas en cursos superiores», precisa. Rivera destaca la necesidad de que esa brecha digital encuentre solución con las medidas adoptadas por la Junta y la Universidad de Córdoba.

La sociedad más indefensa

¿Qué esta ocurriendo con la población de barrios desfavorecidos o con los sin techo? La pandemia está poniendo a prueba la capacidad de reacción de las administraciones. Mientras que las personas sin hogar de la capital cordobesa están acogidas en el colegio mayor Séneca, las dificultades por la falta de ingresos en los barrios más vulnerables de Córdoba están generando grandes problemas. «Al día siguiente del estado de alarma, apareció ya la necesidad de esta población», asegura Francisco Povedano Cáliz, delegado en Córdoba de la Asociación de Barrios Ignorados. «Cuando se declaró el confinamiento, la situación fue terrible; muchas personas no tenían qué comer. Lo están pasando bastante mal», asegura Povedano Cáliz. Por eso, demanda que el Ayuntamiento de Córdoba active ya medidas urgentes para solucionar los problemas que están planteándose. «Es necesaria una renta básica municipal para esta población», requiere el representante de este colectivo.

Miles de cordobeses llevan un mes viviendo en los balcones - FOTO: A. J. GONZÁLEZ

Control del confinamiento

Otra de las imágenes de este mes la han protagonizado los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, agricultores y trabajadores del plan Infoca, que han participado en labores de desinfección de Córdoba y provincia. El Ejército, la Policía y la Guardia Civil son los responsables de velar por el cumplimiento del decreto de estado de alarma desde el día 14, sancionando a la población que no tenía una causa justificada para salir de su vivienda. Asimismo, ante la carencia de mascarillas, la Subdelegación ha repartido esta semana 24.000 en los principales nodos de transporte. Esta labor continuará en la semana del 13 al 21 de abril, cuando espera haber distribuido más de 50.000 mascarillas.