La Asociación de Vecinos La Palabra, del barrio de Moreras, en Córdoba, ha puesto en marcha durante la crisis del coronaviruscoronavirus un proyecto de reparto de menús infantiles para los niños de esta zona de la ciudad, donde habitan unas 8.000 personas.

La presidenta de este colectivo, Ana Sánchez, afirma a este periódico que «viendo la necesidad que había en el barrio, donde hay familias que literalmente no comían, llamamos a varias puertas y las residencias Vitalia San Rafael y El Yate (Alcolea) se ofrecieron para darnos cincuenta menús». Añade Sánchez que los asistentes sociales municipales tienen sus listas de familias necesitadas del barrio desde hace mucho tiempo, «pero hay otras familias que se mantenían con las rifas de espárragos, de productos de caza e iban sobreviviendo, que no están en el listado, y ahora, al no poder salir a la calle, están pasando hambre». Así, antes de la actual crisis sanitaria, muchas familias que no estaban registradas por los asistentes sociales sobrevivían con este tipo de actividades.

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Ante esta alarmante situación, Vitalia ha querido corresponder con esta asociación de vecinos, y con otra del Sector Sur, para poder paliar, en parte, una de las principales necesidades de la sociedad más vulnerable en tiempos de crisis: la alimentación.

Ana Sánchez añade que «fuimos preguntando casa por casa por la situación que estaban viviendo, y llegamos a cincuenta niños, pero tenemos todavía otras treinta familias esperando, en lista, con nombres y apellidos».

IMPOTENCIA // Por otro lado, Sánchez reclama leche para biberones, potitos y pañales para los más pequeños, «así como productos de aseo, y detergente para lavar la ropa», añade, por lo que solicita una ayuda urgente. Asegura asimismo que «sentimos impotencia ante esta situación y me dan ganas de llorar cuando veo familias enteras a las que les están dando de comer otros vecinos», relatando que «ni en la posguerra nos hemos visto como estamos en estos momentos». Ana Sánchez comenta que «mi hijo se buscaba la vida en la chatarra, pero ahora, como no puede salir a la calle, no genera nada; y como mi marido ya está jubilado estamos estirando la pensión como podemos». Así que otra crisis más que se están echando a las espaldas los jubilados de este barrio, cuando al mismo tiempo son los más vulnerables en una pandemia sanitaria que está causando estragos entre este sector de la población.

Respecto a los menús infantiles, Sánchez explica que «se reparten directamente en las casas de las personas necesitadas que no van a ningún punto de recogida, para que no tengan que salir de casa». Dicho reparto lo están llevando a cabo voluntarios de la asociación, sí como miembros de la Red Joven y Red de Apoyo Mutuo Córdoba Capital.

Son ya más de dos semanas las que se vienen repartiendo estos menús, consistentes en un primer plato, segundo plato y postre. Las bolsas y la gasolina de los coches que hacen a diario el reparto corre a cargo de esta asociación de vecinos.

Ana Sánchez pide que se haga una reflexión seria «y se conozcan las necesidades de estas personas, cuya economía consistía antes en 300 ó 400 euros al mes y ahora no entra nada». Por tanto, reclama a la sociedad que se ponga en la piel de estas familias, sobre todo de aquellas que no estaban dentro del sistema de los Servicios Sociales y tenían una economía de subsistencia.