La declaración de estado de alarma por el Gobierno como consecuencia de la pandemia de coronavirus está generando unas consecuencias económicas y laborales de las que los primeros afectados están resultando ser los asesores fiscales de los pequeños y medianos empresarios. Este colectivo profesional se está viendo desbordado en las últimas semanas. Los asesores se quejan de la avalancha de casos de solicitud de ERTE recibidos, que no les da tiempo a gestionar, a la vez que tienen que seguir con la labor de asesoramiento y gestión de otros asuntos como nóminas, declaraciones de IVA e incluso la campaña de la renta, que ahora se inicia. Varios de los profesionales consultados por este periódico señalan que todo ello se complica aún más con el cambio constante y semanal de la normativa laboral y fiscal, lo que está generando entre los empresarios dudas que transmiten a sus asesores permanentemente.

TRES BLOQUES / Desde el despacho especializado en asesoría laboral Perez Borbujo, su responsable del Área Jurídica, Francisco Gordón, indica que el volumen de trabajo se ha multiplicado, tanto por el número de casos de ERTE que se han presentado, como por la complejidad de la situación. Así, Gordón señala que esta primera avalancha viene dada por las empresas que se han visto obligadas a presentar el ERTE por la denominada fuerza mayor, debido a la entrada en vigor del estado de alarma, que ha paralizado muchas actividades. En segundo lugar se sitúan los negocios que, como consecuencia de la paralización de gran parte de la economía, sufren una bajada de actividad y presentan el expediente por estos motivos. A todo ello hay que unir, añade, la tramitación de la documentación para la solicitud de prestación por desempleo de las trabajadores, cuestión que les han sido encomendada por el Estado a la empresas y, por tanto, a sus asesores.

Otro de estos profesionales es Fermín Urbano, quien señala que el «el volumen de trabajo que tenemos es impresionante, estamos trabajando mañana, tarde y noche e incluso los fines de semana para dar respuesta a los requerimientos de nuestros clientes». En este sentido, señala que el hecho de que el Gobierno publique las nuevas normas, como ha ocurrido esta semana, a media noche del domingo, provocó que numerosos empresarios estuvieran durante el fin de semana preguntando si podían abrir o no su actividad el lunes, ya que Pedro Sánchez anunció los cambios el viernes, la concreción se produjo en el BOE publicado en la noche del domingo.

En este sentido, Gordón señala que estas normas, hasta 5 distintas en 7 días, vienen dejando lagunas que generan dudas para los empresarios y los trabajadores, así como para los propios profesionales, que deben tratar de resolverlas en tiempo récord, porque los plazos para presentar los expedientes son cortos.

El asunto de los ERTE trae de cabeza a muchas pequeñas empresas y trabajadores, una medida, para la que explican los asesores que hay que elaborar una documentación considerable en muy poco tiempo (propuesta del ERTE, memoria de la empresa, relación de trabajadores, si el expediente se presenta por fuerza mayor, pero si es por otra causa hay que añadir también la negociación sindical). Y después, añaden los profesionales interrogados que «por el momento no estamos recibiendo respuesta», apunta Urbano. Esta falta de respuesta es otro problema añadido, aclara Gordón, porque aunque por silencio administrativo se considere aprobado el ERTE, para poder tramitar la prestación por desempleo de los trabajadores es necesario que la Junta asigne un número de expediente a cada caso. Sin ese número no se puede poner en marcha la solicitud del desempleo, así que Francisco Gordón indica que se puede dar el caso de que el trabajador tarde en cobrar la prestación que le corresponde hasta tres meses..

SIN RESPUESTA / En este mismo sentido se pronuncia Leonardo del Rey, graduado social, que explica que «nosotros no hemos recibido respuesta de ninguna de las solicitudes presentadas, por lo que entendemos que el silencio administrativo al cabo de los cinco días previstos da por admitida la solicitud; luego, puede pasar que no sea así y haya que asumir sanciones o revisiones».

Aseguran asimismo los asesores fiscales que, además, se les está exigiendo a los empresarios que cumplan con los plazos de pago del IVA y otros asuntos para los que es necesario aportar documentos al asesor, como facturas, y demás, pero como está restringido el tránsito por las calles y carreteras no los pueden aportar los clientes, a lo que se une que la Agencia Tributaria ha impuesto el teletrabajo y solo atiende telefónicamente, lo que también dificulta considerablemente realizar correctamente y en tiempo la gestión correspondiente.