Cruz Roja está haciendo en la actualidad seguimiento a unas 60 prostitutas a través de dos programas que viene desarrollando. La crisis del coronavirus ha provocado la suspensión de la actividad a la que se dedicaban, dejando de acudir a la calle en los casos de los que tiene control la oenegé. Así lo asegura Rocío Arimón, responsable de atención integral a mujeres en dificultad social de Cruz Roja. «Un par de ellas intentaron seguir con la actividad, les llamaron la atención y ninguna está ejerciendo en la calle», precisa. «Están muy concienciadas por el problema de los contagios y la transmisión que se puede producir al tener relaciones sexuales», señala.

Rocío Arimón advierte de la situación «desesperante» en la que se encuentran. «Viven al día con lo poco que ganan trabajando, por lo que ahora están con una necesidad impresionante de alimentación. La mayoría de los pisos donde trabajaban están cerrados», indica.

Cruz Roja desarrolla en la actualidad dos programas en Córdoba centrados en la prostitución y la trata. A través de estas iniciativas hace seguimiento de todas las chicas formando en medidas de prevención, facilitando preservativos, toallitas o bebidas reparadoras en la calle. Además, según explica Rocío Arimón, ayudan a las mujeres a gestiones para conseguir la tarjeta sanitaria, «porque no saben que tienen acceso a la sanidad». En la actualidad, la mayoría de ellas son extranjeras.