Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han interpuesto aproximadamente un millar de denuncias en Córdoba desde la declaración del estado de alarma por el coronavirus por el incumplimiento de las medidas restrictivas de la movilidad. La cifra de denuncias incluye un rosario completo de casos, circunstancias surrealistas, salidas por fuerza mayor y excusas variopintas que muchos cordobeses han puesto para tratar de sortear las sanciones de los agentes que estos días patrullan las calles desiertas de las localidades cordobesas.

Desde ese abuelo de Carlos III al que un paseíto le llevó, como el que no quería la cosa, hasta la plaza de las Tendillas, a personas que alquilan a sus perros para que otros puedan salir y de paso hacer negocio --hay ayuntamientos que han tenido que establecer horarios para sacar a las mascotas y ordenar este tránsito infinito--, o corredores que no pueden reprimir las ganas de hacer deporte y son pillados in fraganti en mitad del circuito del Colacao o haciendo una inspiradora carrera nocturna por las calles de la ciudad.

También ha habido establecimientos que se han resistido a cerrar y ponen cafés a su clientela con la persiana medio echada, como ocurrió en el barrio de Fidiana, o esos otros que tiraron de refranero para pensar que «cuando Dios cierra una puerta, siempre abre una ventana», pero lo que abrieron ellos fue la cochera para servir por ahí las cervezas del bar. Así hasta que les pillaron, claro.

Fiestas improvisadas en terrazas, botellones furtivos en parques, gimnasios que se resisten a cerrar y ofrecen servicio a sus clientes más vigoréxicos y hasta peleas de gallos en el barrio del Guadalquivir, de todo ha habido en estos días de confinamiento y a todo han tenido que hacer frente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Amor en tiempos de covid-19

Entre toda esta variedad destaca el caso de una pareja sorprendida a plena luz del día practicando posturas amatorias en su vehículo y que tuvo que ser interrumpida, no sin cierto apuro, por los agentes del orden. Se ve que a algunos el confinamiento y el estado de alarma les abre el apetito.

También es curioso el caso de una señora del Sector Sur que, aburrida de estar en casa, decidió darse una vuelta completa al ruedo cordobés y eligió hacerlo en autobús, que para eso es gratis durante estos días. Para más inri, la señora hizo varios transbordos con Aucorsa y de manera incomprensible, o quizá pensando que iba a verla poca gente y menos conocidos, lo hizo ataviada con su pijama, hasta que fue sorprendida por los policías.

Desde el Cuerpo Nacional de Policía destacan que, pese a algunos casos llamativos e incluso estrafalarios ocurridos en Córdoba como los relatados, el grado de cumplimiento del confinamiento está siendo muy alto en Córdoba. «La mayoría de la gente se está quedando en casa», confirman fuentes de este cuerpo.

De igual modo, fuentes de la Guardia Civil señalan «la responsabilidad mostrada por los cordobeses pese a todo» en estos días de confinamiento y restricción de la movilidad y reiteran las llamadas a quedarse en casa por el bien de todos.