Rafael Bravo, de 15 años, se ha propuesto rendir homenaje al personal sanitario por su dedicación ante la epidemia del coronavirus a toque de corneta, uniéndose así a las muchas acciones que cada día se desarrollan en los distintos barrios de Córdoba después del aplauso de agradecimiento. Este joven músico, que pertenece desde hace tres años a la banda Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Fuensanta, comenzó a salir a su balcón a tocar la corneta desde el primer día de esta convocatoria, algo que hace porque se siente muy sensibilizado con la labor de los médicos y enfermeras, “que están arriesgando sus vidas”, además de por “todas las personas que han fallecido”.

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Pero esta acción cada tarde también anima a sus vecinos de la calle Ancha de la Magdalena, que apoyan esta iniciativa con sus aplausos. "Todo el mundo está triste y preocupado con este aislamiento y a la gente le gusta escucharme porque se olvidan un rato de los problemas", dice.

En efecto, al ritmo de la Marcha Real, Marcha Real,de José Julio Vera Cuder, y de la marcha Toque de Oración, de Rafael Vázquez Mateos, dos de sus composiciones favoritas y que más domina, Rafael ofrece un rato diferente a sus vecinos. Un poco “aburrido” en su confinamiento, espera la hora para salir a tocar para ver de nuevo a la gente de su barrio, que aumenta su presencia cada día en sus balcones y ventanas. “Cada vez sale más gente a aplaudir”, continúa Rafael, que se resigna ante la suspensión de la Semana Santa, en la que suele tocar con su banda. "Mi abuela se emociona mucho al verme", continua el joven, que piensa que esta y otras acciones solidarias “son muy importantes en estos momentos”.