La Plataforma Cordobesa Contra la Violencia a las Mujeres atendió el año pasado a seis menores de edad víctimas de violencia machista, según informó ayer su asesora jurídica, Gloria Serrano.

Esta detalló que las chicas acudieron a la entidad después de haber sufrido distintas situaciones y citó, a modo de ejemplo, el caso de una joven que sufrió una agresión sexual por parte de un chico con el que había mantenido una relación esporádica. «Ella lo había normalizado, pero el entorno le había ayudado a darse cuenta de que no podía ser así», detalló, destacando este último aspecto porque «esto hace mucho, una menor no tiene los mismos recursos que una persona mayor». Gloria Serrano también comentó que, en líneas generales, las víctimas no perciben la violencia sufrida «de la noche a la mañana», sino que esto «conlleva un proceso de maduración».

En cuanto a los otros casos registrados el año pasado, aludió a uno de stalking u hostigamiento cometido a través de las nuevas tecnologías, detallando que el agresor había instalado a la víctima sin su conocimiento una aplicación en el teléfono móvil con la que controlaba su geolocalización. De este modo, la asesora jurídica de la plataforma definió el stalking también como la conducta por la que el chico está continuamente telefoneando a la víctima o escribiéndole mensajes a través de Whatsapp, precisando que en ocasiones se da cuando se realizan llamadas con número oculto o a través de terceras personas.

Serrano explicó que, siempre de acuerdo con la experiencia de esta entidad, dado que los menores no conviven en una misma casa, se observan menos casos de violencia física y sí otros como los relacionados con la psicológica, las amenazas, el control, las coacciones o los insultos y vejaciones.

En este sentido, recordó que «la educación es muy importante» e hizo hincapié en que esta plataforma ofrece charlas en colegios, institutos o universidades, porque «la prevención, la concienciación y la sensibilización es muy importante en el ámbito educativo de los menores», insistió.