Empresarios y trabajadores hablan estos días que no se olvidarán de que lo verdaderamente importante es la salud, aunque a todos les rodea en estos momentos de incertidumbre grandes dudas por el futuro de sus empresas y de su empleo. Ningún sector ha quedado inmune al coronavirus. Y lo peor, como ya avanzó el presidente de CECO, Antonio Díaz, llegará en forma de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a partir de la próxima semana. La palabra ERTE se ve ahora como un mal menor, porque los trabajadores que se puedan ver afectados confían en poder regresar a sus empresas. Las cifras son difíciles de avanzar. CCOO se atreve a dar un dato de mínimos para la primera semana del estado de alarma: al menos se han presentado ya 150 ERTE en la provincia. ¿Los nombres de las empresas? ¿Qué sentido tiene en esta situación enumerarlos? Los afectados ya han recibido la comunicación de su presentación o el anuncio de sus empresas de que lo están tramitando. El comercio, la hostelería, la industria, la educación, las grandes cadenas textiles ubicadas en la ciudad, las pequeñas y medianas empresas cordobesas, la construcción, el frío industrial, la joyería, algunas empresas agrarias.... Así hasta los más de 150 expedientes tramitados de los que tiene constancia CCOO, pero que superan esta cifra porque en las pequeñas empresas, donde no hay representación sindical, acceder a esta información resulta muy complicado. La palabra la tiene en este caso la Junta.

Ante este panorama, las organizaciones empresariales plantean sus demandas y piden medidas urgentes para reactivar la economía en el momento en el que la parálisis actual llegue a su fin, aunque representantes empresariales como Rafael Bados (Comercio Córdoba) advierten de que muchas empresas no volverán a abrir sus persianas. Además, en el caso de la hostelería, la llegada del virus se produce en el inicio de la temporada alta, dos meses (abril y mayo) en los que los hoteles cordobeses ingresan alrededor del 50% de todo lo que ganan durante el año.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz, habla ya de una semana en la que se ha trazado un antes y un después para el tejido empresarial de la provincia. «Las empresas están tomando decisiones; las que han tenido que cerrar están cerradas, otras están cerrando poco a poco», indica. La próxima semana, hoteles y apartamentos turísticos cerrarán sus puertas. Algunos ya se han ofrecido para ser improvisados hospitales si es necesario. «La próxima semana lo que se avecina es un importante número de ERTE», asegura Díaz. El confinamiento de la población traerá la parálisis en numerosas actividades. «Es una crisis de salud, lo primero es la salud de las personas, y entiendo que en la próxima semana serán muchos más los negocios que cerrarán sus puertas a la actividad y generará un confinamiento aún más potente de la sociedad, de los trabajadores y empresarios», señala el dirigente empresarial.

El teletrabajo, que se veía tan lejano de implantar en la provincia por su peculiar tejido productivo, se está instalando a marchas forzadas. Sin embargo, como advierte CCOO, la empresa «no puede aprovechar» esta coyuntura para realizar de forma unilateral y sin informar a la representación legal de los trabajadores modificaciones sustanciales de las condiciones laborales (cambio de vacaciones, horarios, turnos, traslados, etcétera) sin justificación y control.

El secretario provincial de UGT, Vicente Palomares, pide responsabilidad a las empresas. «Todos tenemos que ser corresponsables», asegura. «Seguiremos vigilantes para seguir pidiendo ayuda para las personas que peor lo van a pasar, porque todo nos hace pensar que las consecuencias pueden ser aún peores cuando lleguemos al pico de la pandemia», advierte Palomares. Ante este panorama, UGT pide a la Administración que se agilice y flexibilice la burocracia. Además, remarca la importancia de que todos los trabajadores que se vean obligadas a salir de sus casas para desarrollar su trabajo, «lo hagan en las mejores condiciones posibles».

Como indica Manuel Merino, secretario de Empleo de CCOO, «a la lógica preocupación por un posible contagio, se une la incertidumbre sobre la situación laboral». «Son ya muchas las personas que han perdido su empleo, especialmente en el sector servicios, y las que lo van a perder en los próximos días y semanas», añade. Por eso, desde CCOO se pide que las empresas «sean corresponsables y apliquen suspensiones de empleo y no despidos, porque en CCOO estamos convencidos de que se trata de una crisis temporal y que la vamos a superar en un corto periodo de tiempo».

Junto al futuro del empleo, Merino también muestra las dudas del sindicato por las condiciones de las personas que siguen yendo a sus centros de trabajo. «Estamos comprobando que en muchas empresas no se están adoptando las medidas de prevención necesarias, que se están produciendo contagios por esta falta de medios, que se está abusando de los trabajadores y trabajadoras por el miedo a perder el empleo», advierte Merino, que insta a los trabajadores a denunciar los incumplimientos que se existan.

Córdoba cerró el mes de marzo del pasado año con 71.169 parados. Entonces había en la provincia 299.025 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y 33.536 empresas en el Régimen General. En marzo del 2019 llegaron a la provincia 106.381 turistas, que generaron 182.753 pernoctaciones. Cuando comiencen a llegar los datos económicos y laborales de marzo del 2020 todo será muy distinto. Algo impensable hace una semana.