Las obras de la Torre de la Inquisición del Alcázar ya han llegado a su fin. El Ayuntamiento ha recepcionado esta misma semana los trabajos que comenzaron en septiembre del año pasado con un plazo de ejecución de dos meses y medio que se alargó a raíz de distintos hallazgos que hacen necesario un nuevo proyecto para su puesta en valor.

La terminación de la intervención, incluida en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, no significa que la torre esté lista para su apertura, ya que aún quedan tareas pendientes como el equipamiento interior de los espacios habilitados como museo y el proyecto que hay que ejecutar para poner en valor los hallazgos medievales. Esos descubrimientos afloraron al retirar los revestimientos que cubrían paredes y techos de actuaciones realizadas en distintas etapas de su devenir histórico.

El proyecto pendiente consiste en sustituir unas escaleras que se encuentran en mal estado por otras más livianas que, a su vez, permitirán la puesta en valor de los hallazgos de vestigios originales del edificio. La escalera que se pretende sustituir dejando al descubierto la fábrica medieval original es de la etapa en la que el Alcázar fue prisión y el revestimiento que se ha retirado era de los años sesenta o setenta del siglo pasado. Para ello, hace falta redactar el proyecto y que este reciba el visto bueno de Cultura.

Ingeniería de la Construcción Cordobesa, la misma empresa que se encargó de poner en valor el Patio de Mujeres y hacer más accesible el Alcázar, obra que continúa sin estar en uso, es la empresa que ha estado a cargo de la restauración, adjudicada por 152.153 euros. Durante la intervención llevada a cabo ha restaurado los lienzos de piedra y sillería y rehabilitado las tres partes en las que se divide la torre recuperando elementos de su etapa defensiva. La empresa también se ha encargado de eliminar las patologías detectadas durante los estudios previos.

Durante la intervención, en la primera planta, en las habitaciones cuadrangulares que lindan con el Patio Mudéjar, se ha descubierto el alfeizar de la ventana original con una de sus jambas y su dintel. Además, se han detectado hornacinas dobles y restos pictóricos. También se ha descubierto una cámara de tiro que fue anulada.

El proyecto persigue hacer más visitable el Alcázar y que la torre se convierta en centro de interpretación en el que se explicará la etapa en la que el Alcázar desempeñó la función de cárcel de la Inquisición. Como complemento, la torre cuenta con dos estancias más, que albergarán el contenido museográfico.