El procedimiento para expropiar las viviendas necesarias para ampliar la avenida de Trassierra llega a su fin. El consejo rector de Urbanismo aprobará el miércoles de forma definitiva la adquisición de dos inmuebles, el 2 y 4, ubicados en la calle Alfonso VII, necesarios para ejecutar las obras que llevan años esperando los vecinos. El primer consejo rector del presente mandato se iniciaba con la aprobación inicial de estas expropiaciones.

El proceso para llevar a cabo las expropiaciones necesarias para ampliar la avenida de Trassierra viene de lejos, aunque en el 2016 Urbanismo hizo pública la relación de bienes afectados. Desde entonces no había dado más pasos hasta el año pasado. Durante el anterior mandato sí tuvieron lugar las primeras demoliciones para la obra, que se produjeron en enero del 2017 en los alrededores de la iglesia de las Margaritas.

Aunque el proyecto lleva anunciado desde el 2004, hasta el 2009 no pudo ejecutar Urbanismo una primera fase, la que va de la glorieta Amadora a Río Névalo, que costó 1,5 millones y que financió con los fondos anticrisis. Después el organismo municipal planificó una segunda fase, entre Río Névalo y Doña Berenguela, que nunca se llegó a ejecutar y que fue una de las obras que dejó pendiente la empresa municipal Procórdoba al disolverse, a pesar de que ya estaba encargada a Acsa e Infraestructuras por 1,1 millones. Desde entonces, los pasos que se han dado son los relativos a las expropiaciones, que afectan a varios inmuebles, no sólo a los dos en los que Urbanismo finaliza el proceso de adquisición ahora. Urbanismo lleva varios años incluyendo en sus presupuestos la segunda fase de la ampliación de la avenida.