Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) están analizando el impacto ambiental de una técnica pionera para reducir la emisión de malos olores y la contaminación ambiental en los vertederos derivados del tratamiento de residuos urbanos.

La UCO ha explicado en una nota que la gestión de residuos es una práctica habitual que busca preservar el medioambiente y la salud, así como mejorar la calidad de vida de la población, si bien el tratamiento de los mismos tiene efectos negativos que preocupan a la población, como pueden ser los malos olores.

Además de estos, esa gestión produce compuestos orgánicos que forman parte de los gases de efecto invernadero y que, al interactuar con los gases de nitrógeno (gases NOX), generan ozono fotoquímico (smog o contaminación del aire).

Se trata del mismo impacto que se asocia al tráfico rodado o a calderas de calefacción y para reducir estas emisiones se utilizan tecnologías que reducen los compuestos que se generan en la descomposición de la basura.

Una de ellas es la biofiltración y ha sido estudiada con éxito por un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba, integrado por personal del grupo RNM-271 de Ingeniería Química y del FQM-175 de Química Inorgánica.

La biofiltración es una de las técnicas biológicas más utilizada en las plantas de transformación de residuos y en ella se usan una serie de microorganismos que transforman la contaminación responsable del mal olor en compuestos menos olorosos o inocuos.

Para que la implementación de estas tecnologías sea correcta, es necesaria una verificación mediante el análisis de los compuestos generados y su potencial efecto medioambiental. En esta línea, el personal investigador de la UCO ha realizado un estudio de los contaminantes generados en una instalación que trata 285.000 toneladas al año de residuos municipales, en colaboración con la empresa holandesa Odournet.

La principal conclusión es que los biofiltros empleados para minimizar los olores tienen un efecto inmediato en las emisiones, es decir, a menor olor, menor contaminación.

La novedad del trabajo de la Universidad de Córdoba radica en haber analizado de manera conjunta las emisiones que son resultado del tratamiento de los residuos, el olor y haber logrado asociar el efecto fotoquímico de la técnica de la biofiltración.