Durante los últimos años, sectores tradicionales y estratégicos, como el turismo y la industria agroalimentaria, han experimentado importantes crecimientos, pero hemos seguido perdiendo capacidad industrial y los niveles de renta per cápita son bajos y el desempleo sigue alto, sobre todo entre los jóvenes. Cierta recuperación de la construcción y la joyería. La refrigeración comercial en el sur de la provincia es un ejemplo actividad industrial.

La industria agroalimentaria no ha dejado de crecer en ventas, especialmente por el tirón de las exportaciones, y viene generando riqueza, junto a una gastronomía en auge. Turismo, producción primaria, industria agroalimentaria, gastronomía y cultura tienen mucha fuerza y posibilidades de seguir creciendo. La Universidad, los centros tecnológicos y la sanidad destacan también por su buena evolución.

Existe en Córdoba una excesiva dependencia del agro y de los servicios. Pérdida de capacidad industrial, falta de empresas industriales, plataformas logísticas, una mayor cultura exportadora -no solo de concretas empresas- y una mayor agilidad y eficiencia administrativa.

Aunque no de manera tan acusada como en otras zonas de España, en bastantes municipios de nuestra provincia se está produciendo despoblación y falta de relevo generacional.

Son necesarios estímulos para el emprendimiento, creación de nuevas empresas, inversión industrial y tecnológica, y una apuesta decidida por la innovación, la transformación digital, la economía circular y la internacionalización. Una Administración más rápida y eficiente.

Se requieren infraestructuras, comunicaciones, nuevas tecnologías e incentivos que faciliten el trabajo en el mundo rural, el de agricultores y ganaderos, que hagan atractiva la permanencia o la incorporación de jóvenes en ese ámbito, contribuyendo a frenar la despoblación.