Creo que la situación es muy buena. Nuestra región tiene todos los ingredientes para triunfar, contamos con una excelente mano de obra cualificada que ama su tierra y que quiere quedarse en ella; unas infraestructuras de primer nivel y estamos ubicados en una zona geográfica estratégica. Solo hace falta que nos lo terminemos de creer y que haya más apoyo institucional a la empresa local, tanto para iniciar su actividad como para expandirse por el territorio nacional e internacional.

En Córdoba existe muy buen clima, pero me preocupa que vivimos en un mundo global donde todo está interconectado y cualquier problema fuera de nuestra tierra nos puede terminar afectándonos. También me preocupa la falta de conciencia que hay en la sociedad en cuanto al trabajo y al esfuerzo que le ha costado a la humanidad llegar al punto en el que nos encontramos. Vivimos en un mundo donde tenemos más facilidades que nunca para conseguir y disfrutar de cualquier cosa y, sin embargo, el sentimiento general no es de satisfacción por ello. Cuando hablas con los jóvenes la mayoría piensan que todo lo que tienen hoy en sus manos es algo que siempre ha estado ahí, que seguirá estando, y que se ha conseguido por arte de magia.

Hay que mejorar los polígonos industriales de la ciudad. Por ejemplo, no tiene sentido que dentro de Córdoba tengamos un polígono como el de Chinales, que, por no disponer, no tiene ni línea de Aucorsa, habiendo en él muchas empresas que vendemos a cliente final con muchos empleados en plantilla.

En el centro tenemos un problema grave de acceso y de aparcamiento. También hay que trabajar para unirlo con el casco histórico. El turismo mueve mucho dinero, y en nuestra ciudad gran parte pasa sin quedarse porque los turistas no llegan ni siquiera a pasar por las calles comerciales de la ciudad. Por último, tenemos que aumentar la oferta cultural para atraer un turismo de calidad, no puede ser que Córdoba, con la historia que tiene, termine siendo un destino de despedidas de soltero.