Actualmente no sé cómo funciona de primera mano la cultura y la acción política en Córdoba, llevo más de 20 años fuera de ella. No vivo allí pero la sigo e intento trabajar y visitarla todo lo que mi trabajo me lo permite y me dejan. Todo lo que voy a decir es bajo mi criterio y siempre visto desde mis vivencias de dentro y fuera. Puedo contemplar y siempre he percibido que Córdoba está muy dividida. Veo una Córdoba sedentaria y otra muy activa que casi siempre escapa de allí. Necesitaría una inyección, una renovación en la gestión cultural y exposición hacia el mundo, creer en el potencial que tiene y en las nuevas comunicaciones, lo tiene todo y lo deja fluir, casi siempre se posiciona en la comodidad. Siempre se dice que «nadie es profeta en su tierra», pero aquí es algo exagerado. Hay mucho potencial pero hace falta renovación, comunicación, actividades, gestión, interés en las nuevas tendencias. Un plan de transmisión cultural desde la docencia hacia los institutos, universidades y apuestas firmes de futuro y más teatro de vanguardia, más programación cultural menos aislada, hacer un nuevo público y educarlo. Educación en el sector cultural. No todo es la contemplación y las tapas y el teatro comercial y amable, ni el concierto por la orquesta para Navidad y festivos o el festival de turno con las mismas caras. Córdoba es mucho más, es una ciudad de arte grande y de artistas con identidad. No hay que quedarse en el pasado, ni en el localismo, es una ciudad universal. Es una ciudad con historia, con filosofía. Amo a mi tierra y me da mucha pena cuando veo todo lo que se pierde y las posibilidades que hay en ella. Me gustaría que ocurrieran más cosas y que los fondos económicos estuvieran con ganas de dar impulso real a la ciudad, porque podría tener más actividad y generar más trabajo, estar más al día, que la juventud tuviera más posibilidades. Pienso que Córdoba está bien comunicada y tiene un lugar privilegiado para poder hacer muchísimas cosas que en este momento no hace, parece que las cede, está dormida. Nunca supe el por qué. Mi ciudad es mágica pero no se mueve, me tuve que ir de ella para poder crecer como muchos otros.