Disponemos de un gran patrimonio, una zona logística ideal para enlazar las comunicaciones con toda España y unos productos que rozan la excelencia, pero nos falta la creatividad necesaria para elaborar un plan estratégico apropiado para conseguir la adecuada colocación de nuestros productos en primera línea de los mercados internacionales.

En los próximos años hay que profundizar en la progresiva implantación de la robótica, aplicada a determinados procesos productivos, y de la inteligencia artificial, que vendrán a modernizar e innovar los trabajos ligados a la fabricación de joyería, actividad en la que suponemos el 60 por ciento de la fabricación nacional y una de nuestras principales industrias. La potenciación de las carreras técnicas, con implantación de los nuevos grados que demanden las empresas, incluso con el desarrollo de títulos ínter-universitarios. En este sentido, la Universidad se tiene que abrir no solo a su vocación inicial agroalimentaria, que ha dominado durante mucho tiempo, sino también a la apuesta industrial y de innovaciones tecnológicas. Necesitamos expertos en comercio internacional, estudios de mercado, especialistas en diseño, en organización de congresos y grandes eventos internacionales, para lo cual es fundamental disponer de un gran centro de exposiciones y ferias, con todos los servicios necesarios en sus entornos, de lo que se sigue careciendo en nuestra ciudad, así como de aeropuerto operativo. Avanzar en la Marca Córdoba, conseguir la indicación geográfica protegida para nuestra joyería de Córdoba, son gestiones a continuar. A través del recién conseguido Centro de Referencia Nacional de la Escuela de Joyería, de la creación de la Cátedra de Joyería Fundación Caja Rural del Sur de la UCO, del desarrollo de los aspectos formativos innovadores y de la vocación internacional de nuestros productos y empresas, es de esperar, que se consiga en breve espacio de tiempo un mayor desarrollo empresarial que redundará de forma positiva en la creación de empleo.