Córdoba vive su máximo protagonismo turístico. Sin embargo, el índice de desempleo crece mientras la población activa baja. Andalucía presenta un porcentaje muy significativo de población en riesgo de pobreza y exclusión social (38,2% en 2018, muy por encima de la media nacional). Es por tanto un momento crítico para fomentar sectores productivos que podrían tener mucho recorrido en nuestra provincia, como las energías renovables o la industria agroalimentaria, y continuar apostando por sectores en los que Córdoba lidera, como el sector del reciclaje.

Me preocupan las consecuencias del cambio climático en Córdoba, que se prevé que podrían ser sequías muy prolongadas, temperaturas aún más altas en verano y episodios de lluvias torrenciales que desbordarían el Guadalquivir. El Ayuntamiento trabaja en un plan estratégico de adaptación al cambio climático para atajar estas consecuencias. Sin embargo, creo que deberíamos apostar más por la instauración de energías renovables, en línea con el nuevo proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética del Gobierno español y las medidas de países como Alemania y Holanda, que a pesar de su clima producen seis veces más energía solar que España. Por otro lado, en Córdoba tenemos centros punteros en investigación agroalimentaria y de agricultura sostenible (tales como el Ifapa o el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC) y podría ser un sector con mucho potencial para crear empleo, promoviendo una industria que hace uso de las últimas tecnologías y apuesta por la sostenibilidad.

Creo necesario digitalizar las áreas rurales mejorando la actual banda de internet estrecha y las comunicaciones terrestres en provincia, con el objetivo de abordar la España vaciada. Esta digitalización podría también traer un nuevo turismo, convirtiendo a Córdoba en uno de los destinos de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, mediante el uso por ejemplo del internet de las cosas para mejorar la experiencia turística.