La situación de Córdoba en general la veo como la veía hace 10 años, parece un poco «adormecida». Echando la vista atrás, no creo que hayan ocurrido grandes avances o hitos en la ciudad o en la provincia excesivamente destacables en esos últimos 10 años. Con esto no quiero decir que no se haga nada, se llevan a cabo iniciativas, pero quizás demasiado aisladas y de poco calado. Creo que hay falta de dinamismo, llamémoslo social, político y/o económico. La lectura positiva es que existe materia prima buena, es decir, potencial y talento hay, ahora, lo que hay que hacer es ponerlo en valor.

Quizás lo que más me preocupa es la sensación de que no existe una visión o proyecto de futuro de hacia dónde debería ir Córdoba, justamente a eso, a 10 años vista. Y cuando ese ejercicio no se hace, o no correctamente, integrando ciudadanos, políticos y otros dinamizadores socioeconómicos... acaba pasando, lo que hablábamos antes, falta dinamismo o estancamiento. Creo que faltan aspiraciones futuras «conjuntas» que motiven a dedicar esfuerzo y talento por parte de todos.

Lo ideal sería que ocurriera ese ejercicio de crear una visión de futuro para Córdoba, que fuese integradora, de forma que no estuviese sujeta a los cambios políticos. Por otro lado, se habla de que la Universidad de Córdoba se encuentra entre las más valoradas en ránkings nacionales, incluso internacionales, pero creo que se tiene que mejorar mucho en la conexión con el mundo laboral/empresa o con la ciudad en general, lo cual es cierto que es un problema generalizado en el ámbito universitario en España, no es en absoluto un problema exclusivo de Córdoba. Dicho todo esto, creo que en cualquier caso lo que hay que cambiar es la actitud de inmovilismo, pensar que otros tienen que venir a cambiar las cosas o hacer algo, que es solo responsabilidad de políticos. Creo que todos a nivel individual podemos tener nuestro rol, y ser en mayor o menor grado catalizadores de ese futuro. Al fin y al cabo, creo que el futuro lo construyen las personas.