Córdoba cuenta desde hace muchos años con un contexto socioeconómico difícil debido fundamentalmente a una tasa de desempleo significativa en el contexto estatal. Superar esta situación tampoco es sencillo puesto que el punto de partida tampoco es el idóneo si atendemos al peso en el motor de desarrollo que tienen algunos de los sectores con más ocupación en Córdoba y provincia. Sin embargo, ciudad y provincia llevan años en un proceso de reflexión y puesta en valor en materia de turismo, conocimiento y con una sensibilización de los principales agentes y la sociedad en general para aunar esfuerzos, que pueden servir de catalizador para otros sectores.

Entre los principales problemas de Córdoba destaco el desempleo, y en general muchos de los problemas transversales de la sociedad occidental, y española y andaluza en particular. Particularmente, los problemas derivados de las guerras comerciales y los crecientes aranceles en países como Estados Unidos están perjudicando las exportaciones de nuestra industria agroalimentaria, vital para nosotros. Los problemas ligados al clima, que además de a esta industria inciden en otros aspectos, se han recrudecido con pocas lluvias y veranos más duros y largos. En materia de turismo hemos crecido mucho y se han hecho bien muchas cosas, pero tenemos un reto inmediato, que es la sostenibilidad.

Creo que hay mejorar la sostenibilidad en el turismo siguiendo aumentando la diversidad de productos y su calidad, el apoyo e innovación en la industria agroalimentaria, la recuperación de la cultura como vía de desarrollo de nuestra sociedad y para el turismo de calidad. Particularmente, creo que la apuesta por el conocimiento, por la digitalización y las empresas de base tecnológica, por la transferencia del conocimiento en agroalimentación, biomedicina y desarrollo de las capacidades de nuestro patrimonio nos abrirían las puertas de un futuro prometedor. Todo ello, buscando las máximas sinergias entre agentes implicados e instituciones.