En estos últimos años disfruto de la relación, la observación y el entendimiento de las distintas gentes de Córdoba. Nos encontramos en un momento de cambio, donde, entre los distintos agentes sociales, empiezan a aparecer planteamientos en los que quisiera leer un plan de futuro que abra a Córdoba a nuevas oportunidades. Es importante un trabajo mano a mano, en el que los líderes unifiquen los criterios que den respuesta a la necesidad, contando con las personas para dar la respuesta más acertada a la realidad que vivimos en Córdoba. Hay que lograr que los cordobeses y cordobesas que salieron un día de nuestra tierra quieran volver y no solo de visita familiar. Para conseguir una tierra deseable, desde los colegios y las actividades culturales, ensalzar nuestro patrimonio cultural para nosotros mismos fundamentalmente, y para el resto del mundo en paralelo. Esta visibilidad debe acompañarse por realidades potentes… Como prolongar el disfrute del patrimonio de la ciudad, así como mantener las actividades abiertas al exterior a lo largo de todo el año. Hay que profesionalizar la atención al turista y al mismo ciudadano haciendo escuela en el sector servicios y velando por la continuidad de contratos de formación para consolidar el buen profesional.

Desde la Diputación, promover un plan estratégico para potenciar nuestro atractivo rural a través, quizás, de convenios con la empresa y pactos entre municipios. Desde las distintas administraciones hay que reforzar el empleo innovador que permita la creación de nuevos puestos y la inclusión de las nuevas vías de estudio premiando al aventurero y provocando la expansión de lo que en momentos es «trabajo de unos pocos». En estos emprendimientos es necesaria la unidad entre administración y empresa privada, así como la iniciativa política. Reforcemos lo educativo para ir asegurando mentalidades emprendedoras y con sentimiento de pertenencia a nuestra tierra. Hay que dar a conocer nuestra fortaleza espiritual y aprovechar la disposición solidaria del voluntariado, desde una buena gestión centralizada, para ensalzar valores propios de nuestro paisano y disfrutar de una organización que responda a las necesidades.