El reto demográfico va a ser uno de los principales ejes sobre los que vamos a centrar nuestras líneas de trabajo. Aunque es cierto que la provincia de Córdoba no está experimentando pérdidas de población tan acuciantes como otros territorios, no podemos esperar a que las cosas sucedan para actuar de manera decidida y contundente, y así lo estamos haciendo desde finales del pasado año, cuando comenzamos a planificar una estrategia de carácter provincial, un gran Plan contra la Despoblación que, durante los próximos años, se concretará en distintas líneas de trabajo para alcanzar un único objetivo: frenar la huida de población desde nuestros pueblos a las grandes ciudades.

Para alcanzar este propósito tenemos que respaldar a los sectores productivos del territorio, en el caso de nuestra provincia, el agroindustrial y el turístico, como principales generadores de empleo. Además, hemos de poner el acento en la mejora de las vías de comunicación, en la dotación de equipamientos e infraestructuras, en la superación de la brecha digital, etc.

En este sentido, nuestro presupuesto para este año contará con 26 millones de euros para luchar contra la despoblación en la provincia con programas enfocados a las aldeas, a la mejora de los caminos rurales, de las infraestructuras agrarias de las comarcas y con novedades en la Acción Concertada, que incrementa su cuantía y da autonomía a los ayuntamientos para que decidan ellos cuáles son sus prioridades de inversión.

Es necesario un gran acuerdo político y social en el que las corporaciones locales, el Gobierno de España, la Unión Europea y las autonomías seamos capaces de afrontar este reto y de aportar soluciones viables, innovadores e inmediatas. Las diputaciones tenemos que ser un instrumento vital a la hora de acompañar a los ayuntamientos en la puesta en marcha de la Estrategia Nacional frente a la Despoblación, porque somos, sin duda, la administración que mejor conoce la realidad de los pequeños y medianos municipios. Este reto ha de ir de la mano de otra de nuestras principales preocupaciones de cara al 2020: la Agenda 2030 y los 17 objetivos de desarrollo sostenible.