Toses, estornudos y quejas por el malestar de la fiebre y los mocos constituyen durante el invierno la banda sonora de muchos hogares y centros de trabajo. En la estación invernal son habituales las neumonías, bronquiolitis, bronquitis, faringitis, laringitis o gripe, por lo que cuando en una familia o en espacios de trabajo reducidos se da un caso de una de estas patologías o cuadros víricos, acompañados a veces de gastroenteritis, vómitos o fiebre, al final suelen verse afectados más miembros de ese núcleo familiar o laboral. Así que, en estos días muchos padres y cuidadores se sienten agotados, porque ellos mismos han caído enfermos o lo están sus hijos o mayores, y cuando los afectados son muy dependientes la preocupación se incrementa.

Coincidiendo con la mayor incidencia en la población de infecciones respiratorias y de gripe, crece la actividad asistencial en centros de salud y urgencias de los hospitales. La tasa de gripe actual en Córdoba es de 231,66 casos por cada 100.000 habitantes, que es una media que seguirá subiendo, pues como avanzó el lunes el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, el mayor número de afectados se espera para inicios de febrero. Una tasa de gripe en Córdoba que es superior a la media nacional, 204,5 casos por cada 100.000 habitantes y a la andaluza, 121,61.

La pediatra Ruth Capitán, del centro de salud Carlos Castilla del Pino, señala que en estos días que están empezando a subir los casos de gripe, la mayor parte de la patología que atiende en su consulta es respiratoria o cuadros víricos, como uno que está muy activo que causa síntomas digestivos, cuadro de mocos, dolor de cabeza y fiebre alta. Esta doctora añade que, anterior a la epidemia de gripe, suele actuar la de bronquiolitis (aunque gripe y bronquiolitis pueden convivir en el tiempo).

Capitán recuerda la importancia de que los grupos de riesgo se vacunen frente a la gripe, ya que es una eficaz medida de prevención frente al virus, junto a la higiene de manos, el uso de pañuelos desechables y evitar aglomeraciones. Esta pediatra resalta que para tratar la gripe no están indicados antibióticos, salvo complicaciones de esta infección con otras, por lo que la medicación consiste en antitérmicos (paracetamol e ibuprofeno) para aliviar los síntomas y el malestar general y beber mucho líquido.

Una de las familias que se han visto afectadas por estas patologías es la de Rosario Becerra. Su hija de 13 meses ha afrontado una neumonía, la gripe y una otitis en las últimas cuatro semanas, con picos de fiebre alta. La niña estuvo incluso ingresada en el hospital Cruz Roja. En esas cuatro semanas esta familia ha acudido en muchas ocasiones a la pediatra y al hospital y compaginando este trajín, con el trabajo y la conciliación familiar, pues tienen otro hijo más. Cuando parecía que la niña ya se había recuperado de la neumonía y de la gripe, su madre se dio cuenta que supuraba por un oído y en el hospital Cruz Roja le confirmaron que sufría otitis. El caso de esta menor no es excepcional, pero a sus padres les ha quitado el sueño que encadenara una dolencia con otra y se han volcado en cuidarla al máximo. Y durante unos días la madre también enfermó por el elevado riesgo de contagio que presentan estos cuadros. Así que, antes los virus, es aconsejable adoptar medidas preventivas para intentar esquivarlos.