El Comedor Trinitario ha celebrado este año su 30º aniversario sin haber conseguido aún el traslado a otro edificio. Lleva más de una década haciendo intentos, solicitando espacios, negociando con unos y otros sin llegar a concretar nada mientras el tiempo pasa y el espacio cada vez es más pequeño. En este momento, la Fundación Prolibertas ha retomado las negociaciones con el Ayuntamiento de Córdoba, que quedaron en suspenso tras las pasadas elecciones. Según ha informado Antonio Jiménez, director general de la Fundación Prolibertas, en el marco de un desayuno de Navidad ofrecido a los medios de comunicación, la entidad confía en presentar una propuesta técnica definida en enero para hacer realidad el traslado del comedor al edificio en el que se encuentra ahora la Casa de la Libertad, en el antiguo cuartel de Lepanto (calle Sagunto). Jiménez ha explicado que ya se han reunido en dos ocasiones con el nuevo gobierno local y les han solicitado un informe con las necesidades concretas que tienen y los servicios que ofrecerían en el caso de producirse el cambio de ubicación. De momento, no se ha definido qué obras y adecuaciones requeriría el traslado ni tampoco cómo se podrían financiar.

Mientras tanto, el comedor trinitario sigue recibiendo una cantidad ingente de usuarios sin hogar o en situación de grave exclusión social mientras, según fuentes de la dirección, los ingresos siguen siendo "muy justos", de ahí que durante el año de celebración del aniversario hayan realizado actos como el concierto del pasado domingo, en la iglesia de la Magdalena, que pese al esfuerzo realizado no llegó a vender todas las entradas. Los interesados en aportar un donativo, pueden hacerlo en Cajasur ES91 0237 6053 1091 6181 8847 y en Caixabank ES13 2100 2634 1702 1011 3079.

FIESTA DE NAVIDAD EN LA CASA DE LA LIBERTAD

Esta mañana, decenas de usuarios del comedor han acudido a celebrar la Navidad en la Casa de la Libertad, donde la Fundación Prolibertas ha organizado una chocolatada y han invitado al coro rociero La Jara a cantar villancicos para alegrar las fiestas de estas personas, que viven una realidad bastante gris durante todo el año. Para Eduardo Rodríguez, usuario del comedor, desempleado, con una pensión "muy pequeña" y un piso "que tengo gracias a la herencia familiar", estas celebraciones son "muy necesarias porque nos dan un poco de esperanza". María José, una granadina de 30 años que lleva un año en Córdoba, "esta fiesta ha sido una sorpresa, no me esperaba algo así, la verdad". Cada noche, desde que empezó la ola de frío, acude al albergue municipal a dormir para evitar la calle "pero aún no tengo plaza porque hay lista de espera", ha explicado. La Nochebuena la pasará "con el resto de compañeros de aquí" con los que espera ir a cenar al restaurante Ni lo dudes, en el polígono de Las Quemadas, que ofrecerá por segundo año consecutivo una cena gratuita a personas sin hogar y mayores solos el 24 de diciembre. El mismo plan tienen Magdalena y Ana, dos usuarias de la casa de acogida y del comedor trinitario que ven con muy buenos ojos estas ocasiones "para olvidarnos de lo que tenemos en la calle". A su lado, como siempre, los voluntarios del comedor, entre los que hay una presencia importante de mujeres jubiladas como Teresa, Encarni y Gertrudis. "Esta fiesta es para ellos, para que celebren la Navidad y estén acompañados", explica Teresa, administrativa jubilada que constata el aumento continuo de usuarios y la necesidad creciente de ayuda destinada a estas personas "ahora en Navidad y durante todo el año".