El presidente de Acojer, Salvador Secilla, considera positivo el anuncio del presidente de Urbanismo. Aunque piensa que «hay más cosas por hacer», reconoce que «es el primer paso». Secilla estima que hay que frenar la proliferación y regular la distancia entre salas de juego y colegios, que debe ser como mínimo de 500 metros. Secilla avisa de que la asociación estará pendiente de que se cumpla.

El presidente de Al-Zahara, Antonio Toledano, opina que es una decisión «correcta» y recuerda que llevan reclamándola desde hace tiempo asociaciones como Guadalquivir y Puente Romano. «Todo lo que sea pararlas o una moratoria nos parece positivo, es lo que demandábamos», afirma. En este sentido, recuerda que la federación también aplaudió en octubre la paralización de la obra para una sala de juego en la avenida de Cádiz. Toledado considera que es necesaria una regulación por parte del Gobierno y la Junta.

La federación Al-Zahara ha creado un grupo de trabajo, que se constituyó el viernes, sobre salas de juego «y vamos a colaborar con Urbanismo y hacer un seguimiento de lo que haga».

El representante de los vecinos del distrito Sur, Miguel Ángel Aguilera, que en noviembre entregó más de 1.200 firmas contra las salas de juego, afirma que la medida «es muy positiva, es lo que pedíamos, paralizar las licencias y modificar el PGOU, además de corregir el tema de la publicidad». No obstante, advierte también de que habrá que estar pendientes de cómo quede la modificación» del PGOU. Aguilera exige a Urbanismo que no conceda las licencias que estén pedidas.

El consejo de distrito de Poniente Sur también exige actuaciones, en su caso, su demanda era una moratoria como la de Alcalá de Guadaira (Sevilla). H I.L.