El estudiante de la Universidad de Córdoba es medianamente proclive a la dieta mediterránea, tiene unos niveles elevados de actividad física, práctica el sexo seguro y tiene escasa motivación para dejar de fumar, según se desprende de una tesis doctoral desarrollada en la propia institución académica.

El trabajo, llevado a cabo dentro del Programa de Doctorado en Biomedicina por Pedro Manuel Rodríguez Muñoz, estudia el consumo de alcohol y tabaco y su relación con los hábitos alimenticios, la actividad física y el comportamiento sexual de los estudiantes de las universidades de Córdoba y Castilla-La Mancha.

Según los datos de la Universidad de Córdoba extraídos por Efe, solo el 14,1 por ciento de los estudiantes manifiestan una adherencia alta a la dieta mediterránea, frente al 35,6 que declara tenerla baja y el 50,3 por ciento que dice ser media.

En cuanto a la actividad física, con un nivel bajo se presenta el 6 por ciento, con un nivel moderado el 37,3 y quienes consideran que tienen un comportamiento alto de práctica alcanzan el 56,7 por ciento.

Sexo seguro en más del 90% de los casos

El 93,4 por ciento afirma usar algún medio anticonceptivo al mantener relaciones sexuales. El preservativo es el más utilizado, en el 68,9 por ciento de los casos, por delante de la píldora, que alcanza el 18 por ciento, y de otros, hasta completar el 13,2 por ciento.

La tesis, dirigida María Aurora Rodríguez Borrego, Juan Manuel Carmona Torres y Pablo Jesús López Soto, del Equipo de Investigación Multidisciplinar en Atención Primaria y Comunitaria y en Cuidados Integrales, analiza el comportamiento sexual con una puntuación de 0, que supone la máxima erofobia, y 120, en la que sitúa la máxima erotofilia.

Los estudiantes encuestados en la Universidad de Córdoba se sitúan en una puntuación media de 78,11, mientras que en cuanto a su cronotipo, la predisposición natural de cada persona a tener y experimentar momentos de mayor energía y momentos de descanso según la hora del día, el 21 por ciento son vespertinos mientras que el 19,2 se consideran matutinos.

El trabajo aborda también los dos aspectos nucleares que relaciona con estos hábitos, el consumo de alcohol y tabaco y concluye que entre los universitarios cordobeses hay un 22,4 por ciento de bebedores de riesgo, un 2,7 por ciento con dependencia alcohólica y que el 74,8 por ciento puede ser considerado como no bebedor de riesgo.

Frente a ello, la tesis concreta que la mayoría de fumadores, el 86,8 por ciento de los casos, tiene una dependencia baja de la nicotina y que en el 13,2 por ciento es moderada, sobre el tercio de los encuestados que reconoce que consume tabaco.

Más de la mitad viven con sus padres

En cambio, el 73,5 por ciento señala tener una nula o baja o una dudosa motivación para dejar de fumar (50,9 por ciento de nula o baja y 22,6 de dudosa), frente al 9,4 por ciento que expresa tenerla moderada y al 17 que es alta.

El 53,3 por ciento de ellos vive en la vivienda de sus padres o tutores, el 35,9 en piso de alquiler con compañeros, el 9 en una residencia universitaria o colegio mayor, el 1,2 en una vivienda propia y el 0,6 en un piso de alquiler con pareja.

La tesis, que ha encuestado a 167 estudiantes de la Universidad de Córdoba, el 61,1 por ciento mujeres y el 38,9 hombres, ofrece otros datos ajenos al objetivo del trabajo pero que acercan el perfil alumnado.

En el 97 por ciento de los casos se trata de solteros frente a un 3 por ciento de casados, con un peso medio de 66,79 kilos y una altura media de 168,4 centímetros.