Otro de los inmuebles de Córdoba que permanece vacío es el edificio de los antiguos juzgados de Córdoba, situado en la céntrica plaza de la Constitución. Propiedad en este caso de la Junta de Andalucía, ahora se cumplen dos años desde que la inauguración de la Ciudad de la Justicia, en el Arroyo del Moro, dejó este espacio vacío y sin uso.

El proyecto de la Administración andaluza es convertir este lugar en «sede multiusos para la Junta de Andalucía», para lo cual salió a concurso un proyecto cuya redacción fue adjudicada en marzo de este año al arquitecto Francisco León Olmo, encargado también de la dirección de la obra. Según la información, el proyecto, adjudicado por 435.806,60 euros en agosto del 2018 aunque el contrato no se formalizó hasta febrero del 2019, está redactado, «a la espera de que se valide».

Con el anterior Gobierno de la Junta, que preveía iniciar la reforma del edificio en el segundo semestre del 2018, algo que no ocurrió, el edificio iba a albergar varias delegaciones (la Delegación del Gobierno, de la que dependía Justicia e Interior, y Hacienda y Administración Pública; y la de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo). Está por ver si el actual Ejecutivo andaluz asumirá esa propuesta o la modificará cuando llegue el momento.

En el mes de abril empezó a contar el plazo de 36 meses previsto para la redacción y ejecución de la reforma, que deberá actualizar el espacio a los nuevos usos. De momento, se han consumido 8 de esos 36 meses y el proceso para la licitación de la obra, el paso siguiente, no se ha iniciado aún.

Mientras tanto, la asociación de comerciantes de Ciudad Jardín ha constatado la importante caída de la actividad que se ha producido en la zona en los últimos dos años. Según el presidente de la asociación, Ramón Luque, «hay negocios que han cerrado porque el volumen de personas que acudía a los juzgados a diario, no solo a trabajar sino usuarios, era muy importante», por lo que reclaman a la Junta que se agilicen las obras para volver a dotar de contenido el edificio y recuperar la actividad económica perdida.